“Ahora la justicia le da la razón a las provincias que formularon su legítimo reclamo y Entre Ríos no figura en esa nómina porque el gobernador Urribarri aceptó todo lo que dispuso el Gobierno Nacional, sin pensar en los intereses de la gente que lo había votado, sino en sus aspiraciones personales y su frustrada proyección política”, remarcó Kneeteman.
“Más allá de su pésima gestión, si Urribarri hubiese tenido por lo menos conciencia sobre los derechos de la provincia, hoy el escenario de las cuentas públicas no serían los lapidarios números rojos que deberá administrar la futura gestión”, cuestionó.
“Necesitamos, ahora y siempre, hacer valer nuestros derechos, como lo hicieron otros y corresponde en un país en serio y una provincia que se hace cargo de su destino y no lo deja librado al capricho y la ambición de una persona”, concluyó Kneeteman.