El DT confirmó su alejamiento del club de calle Grella, luego de más de un año de gestión.
de ANÁLISIS DIGITAL
Con el vicepresidente Esteban Quinodoz y el gerente Gustavo Abdala como laderos, Mario Sciacqua brindó este martes una conferencia de prensa para anunciar su renuncia como director técnico del plantel de Patronato que milita en la Superliga Argentina de Fútbol (SAF). La derrota con Godoy Cruz de Mendoza, este lunes por 2 a 0 y en condición de local, fue el detonante para tomar ese rumbo.
“Será difícil no emocionarme, me costó mucho tomar la decisión. Lo dije anoche: era seguir batallando o salir para que otro continúe”, reconoció el santafesino. “Me levanté con mucha tristeza, nos costó mucho con Facundo Besada (su ayudante de campo) abandonar este lugar en Primera División”, completó.
Visiblemente emocionado, Sciacqua valoró su paso por el equipo entrerriano y agradeció a cada uno de los que trabajó durante su etapa en el club. “La dirigencia nos apoyó, los jugadores vinieron a hablar conmigo. Me da mucha tristeza abandonar este proyecto, pero no estaba en condiciones de pararme frente al equipo con fe, confianza y convicción”, confesó.
Luego de reunirse con sus colaboradores, Sciacqua presentó su dimisión a la comisión directiva encabezada por Miguel Hollman. Y aunque trataron de convencerlo para que se quedara, no hubo caso. “Me pinché. Anoche cuando pierde el gol (Santiago) Rosales se me cayó la persiana. Cuando terminó el partido, me tomé mi tiempo, le agradecí a los dirigentes por eso, y tomé la decisión”, explicó al recordar una de las jugadas de la derrota 0-2 contra el Tomba, en el Grella, que hundió más al Santo en la zona de descenso a la Primera Nacional.
En el breve lapso que estuvo ante los periodistas, Sciacqua agradeció el trato, las críticas constructivas, elogió el trabajo del Departamento de Prensa del club, los utileros y cancheros, y recordó a Marina Narváez, colaboradora del club que trabajaba en el predio La Capillia, fallecida hace dos semanas en un encuentro de motocross.
“Tuvimos una banda de gente, un ejército era Patronato, que se le va hacer”, dijo y, con los ojos llenos de lágrimas, abandonó raudamente la sala de conferencias del estadio Presbítero Bartolomé Grella. Así terminó el ciclo de Mario Sciacqua, uno de los principales responsables de la continuidad del Rojinegro en la máxima categoría la temporada pasada. Comprometido con el club, encabezó charlas para los jugadores de las divisiones inferiores y generó un sentido de pertenencia muy grande. Sin lugar a dudas, su lugar será difícil de cubrir.