Llegó la semana de carrera, donde el Turismo Carretera volverá a rodar y con él se renuevan las ilusiones. Incluso para quien ha batallado hasta las últimas instancias por el título, como Mariano Werner, sostener el ritmo competitivo es todo un desafío. Por ello, el entrerriano se enfocó en un trabajo intenso durante las últimas semanas, casi sin descanso, para llevar el Ford Mustang a las posiciones de avanzada.

“Estamos bien, trabajando fuerte”, remarcó el tricampeón del TC. Debió reencontrarse con la pasión deportiva luego de un final de temporada amargo, en la última carrera, pero no lograría estar lejos de la pista y por ello se encarriló junto al Fadel Montanari Racing al desarrollo del Ford.

“Estamos buscando el mejor funcionamiento, con el mejor auto y el mejor conjunto”, insistió ante la consulta de Campeones.

No se planificó un día de ensayo, sino que todos han tenido la posibilidad de chequear su trabajo de la mejor manera con el objetivo de llegar a Río Negro para la carrera del próximo fin de semana. “El miércoles iremos al banco de rodillos y de ahí a Viedma. Rody (Agut) ha hecho un buen trabajo en el verano con los motores, lo más parejo posible”, manifestó el piloto entrerriano.

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Respecto a los cambios aerodinámicos que se incluyeron en el reglamento, como la posición del alerón trasero, el tamaño de splitter o la implementación de difusores, señaló el paranaense que no espera una variante suprema de un momento a otro.

“Coincido con Canapino (Agustín), los cambios van a ayudar, van a colaborar, pero son pasos que vamos a explorar con carreras consecutivas en diferentes circuitos. No crean que nos vamos a pasar por derecho ni que el 10° va a superar a todos. Va a colaborar para que el que venga atrás tenga una mínima chance de succión; cuando pasemos a los 250 km/h se va a beneficiar un poco más”.