El gobierno inauguró este lunes las obras del Gasoducto de Integración Federal Tío Pujio-La Carlota, que unen el Gasoducto del Centro con el Gasoducto del Norte, que forman parte de la Reversión del Norte. Según precisaron fuentes oficiales, el ducto ya se encuentra inyectando gas de Vaca Muerta hacia el norte del país.
La obra, que fue llevaba a cabo por a UTE Techint-SACDE y ejecutada por Enarsa, resulta clave puesto que permite revertir el sentido del flujo de gas y brinda la posibilidad de transportar hasta 15 millones de metros cúbicos (m3) de gas para cubrir la demanda de la región centro y norte del país y reemplazar el gas que se importaba desde Bolivia.
De la inauguración participaron el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el ministro de Economía, Luis Caputo; y el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora; junto al secretario de Coordinación de Energía y Minería, Daniel González; y el CEO de Sacde, Damián Mindlin, publicó EconoJournal.
“De esta manera, la Argentina se ahorrará divisas por 1.000 millones de dólares anuales. Además, potenciará el desarrollo nuevas actividades industriales como la minería de litio; y, en una segunda etapa, podrá exportar el gas nacional hacia otros países de la región”, destacaron desde el gobierno.
La obra
La obra contempló el desarrollo de un gasoducto de 36 pulgadas, desde la ciudad de La Carlota hasta Tío Pujio, en la provincia de Córdoba. Representó una inversión de 740 millones de dólares, de los cuales 540 millones fueron financiados por un préstamo de la CAF.
Guillermo Francos aseguró: “La Argentina eligió dónde invertir 700 millones de dólares para que eso revierta en más riqueza. Con el gas seguro, no intermitente, se va generar un bienestar que hasta el momento no teníamos. Vamos a usar nuestro gas a un tercio del valor que usábamos hasta el momento para importar”.
Caputo destacó que “desde el Ministerio de Economía trabajamos junto a las empresas privadas para destrabar el primer tramo de la obra que estaba sin adjudicar y los otros dos tramos que ni siquiera se habían licitado. Vamos a recuperar el autoabastecimiento energético que fue destruido por la gestión anterior”.
“La Argentina está viendo como el enorme potencial de Vaca Muerta puede llegar no sólo a Córdoba, sino a provincias del norte, sustituyendo energía que ya no teníamos porque, lamentablemente, la cuenca del noroeste se fue debilitando. Por esta obra se va a transportar el 10% del gas generado por la Argentina y gracias a este gasoducto tenemos gas y energía eléctrica para muchísimos años”, explicó Daniel González.
Impacto
Llaryora indicó: “Este gasoducto representa mucho para el argentino. A los cordobeses nos va a permitir garantizar un precio menor para nuestras industrias, salir de la intermitencia. Bolivia en un par de años ya no va a ser un proveedor fiable”.
Damián Mindlin expresó: «Hoy estamos viviendo una inauguración histórica. Le damos fin a un hecho sin sentido. La Argentina importó 20.000 millones de dólares de gas boliviano en los últimos 20 años, cuando podíamos abastecer el norte con el gas de Vaca Muerta, con trabajo argentino, con inversiones en nuestro país y sin dilapidar divisas. El sector energético necesita y requiere más proyectos como este para alcanzar su máximo potencial, que le permita exportar su energía al mundo y contribuir al crecimiento económico del país».
La reversión
De la inauguración de las obras también participaron la secretaria de Energía de la Nación, María Tettamanti; directivos de Enarsa; el vicejefe del Gabinete del Interior, Lisandro Catalán; el diputado nacional por Córdoba Gabriel Bornoroni; el presidente de Pampa Energía, Marcelo Mindlin; y el director de Operaciones de Techint, Alejo Calcagno, entre otros.
Entre las principales tareas, las obras de la Reversión incluyeron la construcción de un gasoducto de 122,8 kilómetros de 36 pulgadas de diámetro entre La Carlota y Tío Pujio para conectar los Gasoductos Centro-Oeste y Norte, y dos ampliaciones (loops) entre Tío Pujio y Ferreira de 64 kilómetros, con cañerías de 30 pulgadas de diámetro.
Los trabajos se completarán con la automatización de cuatro plantas compresoras ya existentes (Lumbrera, Lavalle, Dean Funes y Ferreyra), que se realizarán en el primer semestre de 2025.