F. P.
En el Centro Cultural y de Convenciones La Vieja Usina (Gregoria Matorras 447) se encuentra en exposición la muestra fotográfica Ángeles y Demonios, de Martín Toyé, que se podrá visitar hasta el 29 de junio. En la inauguración, como ya sucediera en el Museo Provincial de Bellas Artes Pedro E. Martínez, se vio el corto La gran limosna, también de su autoría. En diálogo con ANALISIS, el artista se refirió a lo que late tras su producción.
-En una nota anterior adelantaste que estos ángeles y demonios son los tuyos, ¿cómo los visualizás en imágenes?
-Ante todo parto de la base de que los ángeles no son seres tan blancos y radiantes de inmaculada pureza celestial, ni los demonios tan abominables y deformes. Veo a los ángeles y a los demonios tan humanos como nosotros. Por eso es que en las fotos, digo para esta muestra en particular, hay hombres y mujeres caracterizados de alguna manera para representar a estos íconos del bien y del mal, pero más humanos que irreales. No hace falta un cielo o un infierno para verlos. Acá en la Tierra es donde convivimos y batallamos todos.
-¿Necesitás los cuerpos de los otros para expresarte?
-Es una pregunta tramposa, creo, porque en la fotografía de desnudos por lo general se trabaja con “los cuerpos de los otros”. Siempre busco expresarme de alguna manera y lo hago a través de fotografías y de poesías, y por lo visto tienen mucho más resultado las primeras que las segundas. Veo a los cuerpos como paisajes... La fotografía paisajística es infinita, la de los cuerpos también. En cada cuerpo hay un paisaje y no hay dos cuerpos idénticos, e inclusive el mismo cuerpo no es el mismo dos días después.
-¿Qué es para vos el erotismo?
-Habría que partir de una definición, que si bien existe, en la práctica no es aplicable. Quiero decir, no todos consideramos el erotismo de una misma manera. El erotismo es una danza en la que el que desea y lo deseado bailan sin descanso hasta la muerte.
-Para realizar estas fotografías, ¿ya tenías una serie de ideas armada o la fuiste creando con los/as modelos?
-Por lo general trato de bosquejar una idea, plasmarla en papeles hasta que aparecen los modelos indicados para esa toma en particular. De lo contrario y trabajando con grupos de hasta nueve personas se dificultaría bastante el trabajo. O puede suceder que falta uno y tengo que cambiar todo, y ver que otro de los bosquejos me puede servir para la nueva situación. Y hay veces que termino abandonando la idea original, pero siempre es un punto de partida. Igualmente, los modelos participan mucho ya que es una forma en que creo se pueden sentir más cómodos para este tipo de trabajo.
-¿Y cómo surgió la idea?
-Quería seguir trabajando con una dupla. En realidad, es el título de un libro y me gustó la idea de trabajar la dualidad bien y mal, teatralizándolo. Actores que al desnudarse muestran debajo de sus ropas ángeles y demonios. Como dije anteriormente, los ángeles y demonios están por todas partes... La foto sería como el cuadro en El Retrato de Dorian Gray.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)