-Mi General, cuanto valés. Teniendo en cuenta los tiempos que corren, cabía esperar que el 32º aniversario del fallecimiento de Juan Domingo Perón fuera recordado en diversos actos que se corresponden a respectivas tendencias que hoy separan al justicialismo entrerriano. La ciudad capital de la provincia fue el territorio elegido por el intendente Julio Solanas y el gobernador Jorge Busti para medir fuerzas. Los aprestos eran intensos y el bustismo hasta llegó a amenazar con levantar el escenario en las propias barbas del presidente municipal. Llegado el momento, el intendente Solanas montó su tribuna frente al busto del general Perón, en la intersección de Avenida Ramírez y Laurencena, mientras que Busti mudó su tropa hasta el municipio de San Benito. Ambos actos concitaron una concurrencia considerable si se tiene en cuenta que la política no pasa por un momento pródigo en enamorar multitudes. En todo caso habrá matices que señalar. Solanas tuvo razones para salir empinado del acto. Contó además con la presentación pública de un Frente Sindical encabezado por el secretario general del gremio de trabajadores municipales, Hugo Vázquez, dándole impulso al virtual lanzamiento a gobernador de Julio Solanas, lo que es importante apreciar en algunos detalles. Vázquez acaba de poner KO en las elecciones para la conducción del IOSPER al diputado Almada que, junto a José Allende, es un dirigente sindical estrella en los círculos íntimos del oficialismo.

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-Pasaba, vi luz y entré. Lo cierto es que la puja por la carrera a la Gobernación se ha desatado en el peronismo entrerriano. Frente a eso, que sólo dos peronistas cualesquiera se junten suele generar especulaciones y tensiones de todo tenor. Días pasados en las instalaciones de Club Talleres se reunió un grupo de dirigentes, lo que motivó el primer barullo interesante en esta carrera que recién empieza. El cónclave tenía su atractivo porque congregaba a figuras que prácticamente definen la suerte electoral de varios e importantes departamentos de la provincia. El principal articulador del encuentro fue el presidente del bloque de senadores justicialista, Hugo Berthet, que logró sentar en una misma mesa a dirigentes de varios departamentos. Varios de ellos amenazan con hacer un muy buen papel frente a cualquier rival y hasta levantan orgullosos sus tantas batallas internas. Pero más allá de esta dirigencia, incluidos diputados y senadores que sí llevan estas cuitas a sus bancas pueden traer dolores de cabeza impensados al gobierno, vale resaltar las presencias que “cortan el queso”. Además del peso y respeto que impone la figura de Berthet, la fumata hizo tanto ruido porque estaban Cresto padre e hijo, Carlos Scelzi, de Concepción del Uruguay, y el solanismo a través de Humberto Gracia y el diputado Bescos. En el peronismo hace tiempo se dejó de discutir de proyectos. Qué hacer si se es gobierno se verá luego, lo importante es discutir cómo repartir la torta. Eso es válido para todos y, por lo tanto, más allá de lo que se pueda escuchar en declaraciones públicas, lo que se comenzó a insinuar acá es un dibujo para disputarle poder al bustismo. Si es por dentro o por fuera, se verá. Después de Kirchner vale todo y la interna hace rato ha perdido sentido en la medida que se asemeja a una pelea de aparatos económicos. En ese sentido, el esquema aparece claro.

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-Hipótesis. Entre los tonos intimidatorios del gobernador Busti hacia el interior del peronismo y la desobediencia de conspicuos referentes justicialistas, media una candidatura. La misma, dicen los sublevados, no levanta. Agregan que hay un dato incontrastable de que la candidatura oficial no cae bien. El gobierno estaría midiendo con encuestas de opinión día a día a su candidato. Los reunidos en el Club Talleres coligen que si los datos no trascienden es porque “el caballo del comisario aparece manco en la largada”. Nadie es infalible, pero sobra decir que varios de los sublevados no necesitan de encuestas para saber aunque sea a trazos gruesos si una propuesta funciona o no. Allí hay varias narices de fino olfato y con mucho roce con las fibras del aparato nervioso del PJ. Desde las certezas que le dan conocer los movimientos hasta chismosos de sus compañeros, creen ver movidas y haceres que confirman sus otros datos. Recientemente, con la promesa del impulso oficial para que la Legislatura sancione la reforma a la Ley 3.001 con la principal intención de habilitar la reelección de los intendentes, más un voluminoso cheque para financiar importantes obras públicas en el ejido municipal de Concordia, el ministro de Gobierno apuró el paso hacia el despacho de Juan Carlos Cresto. Queda claro que la principal expectativa no estaba puesta en discutir aspectos técnicos de las obras, sino más bien en avanzar en un acuerdo político sobre la base de un nuevo período de intendente para Calucho y el apoyo de éste a la postulación del ministro a la Gobernación. Lo que sucedió dentro del despacho sólo lo saben Cresto y Urribarri. Lo que sí se sabe es que antes de que el ministro saliera de la Municipalidad, los medios radiales concordienses permitían conocer –en tono de relaje- las reflexiones que merece de parte de Cresto la candidatura de Urribarri. Lógicamente que la cosa no quedó allí, porque cuando en el peronismo se desata la disputa de poder, la mesura y la prudencia son bienes que escasean. La primera reacción de Jorge Busti pasada la medianoche y cuando todavía los rebeldes disfrutaban de una sobremesa cargada de dulces conspiraciones, fue comunicarse personalmente con algunos medios y lanzar instintivamente su candidatura a intendente de Paraná o de Concordia.

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-Hacia una nueva educación. En un avance profundo destinado a instrumentar reformas estructurales, el Ministerio de Educación propone un debate nacional acerca de una nueva Ley de Educación. El proceso participativo tiene un cronograma que prevé terminar el año con la sanción de una nueva norma con amplio consenso. Las expectativas del ministro Daniel Filmus de acotar en el tiempo el tratamiento del proyecto de ley obedecen a que ese consenso no se contamine con la agitación propia de un año electoral como será el que viene. El gobierno nacional ha articulado una amplia difusión de su propuesta y el debate ya comienza a organizarse. El paper “Aportes para la discusión” pone a la vista el objetivo de dar forma normativa institucional al conjunto de reivindicaciones y postulados educativos que el movimiento popular viene reclamando desde los comienzos de la Ley Federal de Educación 24.195 –la ley menemista de reforma educativa-. Como se recordará, a pesar de que dicha norma fue aprobada por el voto mayoritario de legisladores en el momento más empinado del consenso menemista y la convertibilidad, despertó un rechazo multitudinario de la comunidad educativa. Los resultados son los que tenemos, un sistema educativo desmembrado y destruido en los planes y en el proceso de aprendizaje, en su financiamiento y en su infraestructura. Si la Ley 1.420 sirvió para integrar y expandir un país en formación, la ley educativa menemista consagró la fragmentación nacional en sus aspectos culturales y educativos. Naturalmente que sólo un pensamiento rebuscado puede apuntar a revertir el proceso de profunda depredación de la escuela pública por la simple promulgación de una ley.

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-Peligros. Este proyecto de ley viene a ampliar los reclamos y exigencias que la sociedad demanda en la búsqueda de una vida más digna y, por lo tanto, más libre. Surge entonces sorprendente que se limite el debate y la participación. También están aquellos que pretenden desprestigiar la propuesta de la nueva ley pregonando la situación salarial del docente y el mal estado edilicio de las escuelas. Desde luego que nadie puede estar conforme con el estado actual de las dos cuestiones que se puntualizan. De todas maneras, no por sabidas vale recordar que esta propuesta de ley surge luego de que en el primer cuatrimestre del año hubo una virtual paritaria nacional docente que fijó las pautas salariales básicas donde tuvieron participación los gremios docentes a través de sus representantes legítimamente elegidos y donde las corrientes que insisten con posturas contestatarias fueron franca minoría. Es manifiesto que en una franja del progresismo dominan posiciones sectarias cada día más encapsuladas en realidades que sólo ellos pueden dar cuenta de su existencia. En un trabajo encomiable AGMER Paraná hizo un relevamiento del deterioro tanto edilicio como del mobiliario en las escuelas del departamento. Lo que no se entiende es por qué toda esa valoración crítica no fue puesta de manifiesto en la discusión sobre la nueva ley que se llevaba adelante en la Escuela Del Centenario de esta capital que contaba con la presencia del propio ministro. Todo testimonio que grafique la lacerante situación que vive la escuela es insuficiente. A su vez, imponer en la discusión de la nueva ley tal estado de cosas enriquece el debate, pues obliga a tener atada la discusión sobre objetivos generales a la dura realidad que se vive. Todavía hay escuelas que han recibido computadoras y no cuentan con la energía eléctrica para hacerlas funcionar.

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