Marcelo Comas
En tiempos de recesión para muchas instituciones deportivas, siempre surgen iniciativas tendientes a mejorar la infraestructura de los clubes de nuestra ciudad. Es el caso de Recreativo y Peñarol, que se presentan como un oasis en el medio del desierto. A pesar de los vaivenes económicos, apuntan a crecer con pequeñas obras, si se las mira dentro del conjunto de sus instalaciones, pero que le imprimen una fuerza notable al desarrollo de las actividades que se practican en ambas entidades. En calle Pirán ya se pueden apreciar los primeros avances de la cobertura con chapa del techo de la cancha que utilizan el básquet y el vóley y que se encuentra en su primera etapa para luego proyectarlo como Polideportivo. Por su parte, El Bochas luce con orgullo el flamante piso de parqué sobre el cual se dan los últimos retoques para que en breve sea utilizado por las diferentes disciplinas que nutren la oferta deportiva de la institución señera en el baloncesto local.
Por estos días se ha tornado habitual que los clubes de nuestra ciudad sean noticia ya sea por estar al borde de un remate o por tener que afrontar juicios con ex empelados que reclaman deudas contraídas en gestiones pasadas. Entonces, en algunos casos, la solución pasa por encarar con inmediatez tales problemas con la intención de no lamentarse con pérdidas materiales futuras. La cuestión no parece nada sencilla teniendo en cuenta que la idea de “salir del paso a como dé lugar” se ha vuelto una costumbre en muchas entidades y en vez de generar recursos propios se recurre a la mano del Estado, como si los entes oficiales jugaran el papel de elemento de salvataje disponible para situaciones de emergencia. Y sirven como casos testigo los avatares que debieron sortear instituciones de la talla de Echagüe, Palermo, Universitario y otras que engloban un panorama negro y poco prometedor.
Sin embargo, no todo se resume en la resignación y la falta de iniciativa, porque un grupo de entidades de nuestro medio ha focalizado sus esfuerzos en lograr avances edilicios que signifiquen beneficios para los socios y los deportistas que acuden cada día a buscar un ámbito de contención en donde plasmar sus inquietudes en la faz humana y al mismo tiempo poder expresar sus virtudes como exponentes del deporte.
A la hora de buscar ejemplos de lo antes referido, un buen síntoma se puede encontrar en dos clubes de la zona oeste de la capital entrerriana, que al igual que otras entidades de la ciudad han sabido generar recursos propios con el fin de concretar obras que permitan avanzar en la faz edilicia y darles una cierta expansión a las actividades que se practican diariamente.
En calle Italia, el Recreativo Bochas Club comienza una especie de refundación en sus instalaciones ya que se está dando forma a los últimos retoques en el flamante piso de parqué de su cancha de básquet, que también utilizan las divisiones formativas del voleibol, al igual que el patín artístico, actividad que debió resignar su espacio en el club para trasladar sus actividades a la Escuela Sarmiento.
Sobre la realidad que atraviesa el club ubicado en el microcentro de nuestra ciudad, el primer mandatario del Bochas, José Caporale, afirmó: “Mi integración a la Comisión Directiva se produjo a partir de 1992. Antes había estado al frente de la Subcomisión de Básquet junto a mi mujer. Al club lo encauzamos a través de una lista nueva, porque en realidad había quedado acéfalo luego de la salida del doctor Martínez. En esa época todo se limitaba a sobrevivir, afrontar juicios y después nos complicó el tema de los bonos federales”, expresó a modo de introducción. El dirigente de 45 años reconoció que el club “en una época -durante la década del 90- tenía 1.500 socios. Hoy llegamos apenas a 400, de los cuales 300 son activos, 100 pertenecen a la rama de los vitalicios. De los asociados que se enmarcan dentro de los activos, no cumplen en tiempo y forma, porque el club no les puede brindar servicios”.
En la óptica de la nueva Comisión Directiva del Bochas entienden que el socio busca mejores servicios en una institución deportiva, sabiendo que al contar con esa gama de posibilidades no tendrían problemas en pagar su cuota respectiva. “Acá no se puede brindar nada”, dijo Caporale con cierta resignación. En cuanto a las actividades deportivas que se llevan a cabo en la institución, el responsable de la máxima magistratura informó que cuentan con la práctica de básquet en ambas ramas, voleibol, patín artístico y gimnasia rítmica deportiva. A partir del inicio de las obras en la cancha de la básquet con la implementación del piso de parqué se decidió trasladar todas las disciplinas a otras dependencias hasta que volviera la normalidad.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
