-Reuniones y visitas. Recientemente Jorge Busti tuvo una
nueva reunión con Néstor Kirchner. El momento era bastante especial pues en esos días, por no decir en esas horas, el gobierno jugaba una carta fuerte en la Cámara de Diputados de la Nación. Presupuesto nacional 2009, estado de emergencia económica, súper poderes, Impuesto al Cheque, eran algunos de los rubros fuertes sometidos a la aprobación parlamentaria. El oficialismo contaba los porotos uno a uno y las cuentas indicaban que no le sobraba nada. Como se sabe, Jorge Busti ostenta el control sobre tres diputados entrerrianos. Luego de la derrota de la Resolución 125 de las retenciones móviles, el gobierno apuesta todo al parlamento, lo que le significa una puesta en tensión muy fuerte. Por lo pronto tiene que garantizar el quórum para poder sesionar y que los proyectos se traten y se aprueben. Entonces, los tres votos que salen de Jorge Busti representan una mano extendida que si se suelta, el oficialismo corre el riesgo de desbarrancarse y si lo mantiene prendido lo aleja del abismo. Todo indica que las cosas anduvieron bien pues desde Cristina Cremer, Gustavo Zavallo hasta la misma Cielito Petit, oprimieron el botón que aprobaba los proyectos oficialistas. “Cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía”, reza un viejo y sabio refrán. Cuál fue el motivo de la charla entre Kirchner y Busti era el interrogante que impregnaba el ambiente político. Secundados por el senador nacional y ex vice Pedro Guastavino se habló de las candidaturas para el 2009, aunque nunca se supo si hubo un ofrecimiento de Kirchner para que Busti encabece la lista.
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-Acuerdos y necesidades. Apenas Busti dejó trascender que podría ocupar el primer lugar en la grilla de candidatos a diputados nacionales en el 2009, el ambiente político justicialista se arremolinó y entró en efervescencia. No fueron pocos, propios y extraños, los que dieron por sentado el acuerdo. No deja de ser interesante ver la preocupación que entró a dominar en el menemismo residual. Se sabe que este sector en este último tiempo ha oficiado de aliado de Busti, y frente a estos rumores no ocultaron el malestar. Es claro, se supone que si Busti reingresa al kirchnerismo –es una forma de presentar el tema–, va a cuidar de no dejar afuera del acuerdo a sus fieles. Pero desde ahí a hacerse cargo de la familia Cresto y del diputado Hugo Berthet es demasiado. Uno y otros siempre se jactaron de su independencia frente al liderazgo de Jorge Busti y si lo aceptaron como referente en este último tramo es porque luego del fracaso de la Lista 100 quedaron muy desguarnecidos. De ahí que cuando Enriquito Cresto se movió presuroso, procurando meterse dentro del acuerdo, Jorge Busti lo sacó con un cachetazo. Esa impaciencia de Busti de no tolerar la impertinencia de Crestito da una idea de que se siente que atraviesa una zona difícil de la negociación como para estar cargando con mochilas que no le son propias. Ahora bien, por un momento se puede salir de la intimidad de la reunión entre Kirchner, Busti y Guastavino y tratar de explorar sobre las alternativas que se presentan teniendo las elecciones del 2009 como referencia. Es bueno tomar en cuenta que el domingo pasado el Peronismo Bonaerense eligió sus autoridades y fue proclamado Alberto Balestrini como presidente en el distrito.
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-Sólo Busti. En este panorama el horizonte no presentaba colores alentadores para Jorge Busti. Hay que tener en cuenta que para perseverar en su idea de volver a la Gobernación en el 2011 tiene necesidad de aparecer con una presencia muy bien delineada en el proceso electoral del 2009. De no aparecer en la superficie del escenario electoral, de hecho va a quedar patentizado el liderazgo de Sergio Urribarri. Por otra parte, Busti no cuenta en su alrededor con figuras de relieve sobre las cuales presentar una propuesta seductora para la entrerrianía. En este último tiempo su entorno se fue poblando de un menemismo residual de muy mala imagen ante la sociedad. En gran medida, la opción parece ser que es él; Jorge Busti es el que se propone como candidato o “la nada”. Y todo el mundo sabe que la nada no existe en la política, que los espacios vacíos se terminan cubriendo y en este caso, lo que no sepa cubrir Busti lo llenará Urribarri.
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-Las patas de un buen arreglo. Desde ahí, que haya acuerdos de nombres y cierre de listas resulta fuera de un sentido de realidad. Ante todo, porque el año que falta para el proceso electoral es toda una eternidad si se mide el tiempo en el tembladeral que domina los centros económicos del mundo. Pero además porque no se puede soslayar que Urribarri es un interlocutor obligado frente a cualquier acuerdo. Hay que tomar en cuenta que el gobernador entrerriano fue un sostén sin titubeos en momentos que el gobierno nacional enfrentaba la dura confrontación con el ruralismo. Por más pragmatismo que imponga Kirchner a sus relaciones políticas, necesita valorar estas fidelidades. Pero además Urribarri ha sabido construir una base de poder que ha demostrado su solidez en varios chisporroteos que ha tenido con el ex gobernador y muy especialmente en el conflicto con el ruralismo. Puede confundir la medida de las cosas el hecho de que la proyección política de Urribarri no esté afincada en carisma o en sensualidad mediática.
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-Los muchachos radicales. Mientras las cúpulas justicialistas mueven sus piezas en los primeros escarceos pro 2009, los radicales viven la euforia de una interna que les ha hecho bien, que los llena de entusiasmo e ilusiones. Fabián Rogel da rienda suelta a sus convicciones más íntimas, por eso no oculta que lo primero es el radicalismo, lo segundo es el radicalismo y siempre el radicalismo. Sí, luego del radicalismo se verá el tema de la Alianza. Con gran sabiduría señala que con la Alianza, radicalismo-Frepaso, “se ganó al peronismo pero no se pudo gobernar”, son sus palabras. Esta afirmación se enlaza con la convicción de que un radicalismo bien parado es abarcativo de todo el arco social que se tiene que juntar para realizar un emprendimiento transformador. El flamante presidente del Partido, Carlos Cecco, sin ser tan enfático se insinúa en igual sentido. Sin embargo, en esta coyuntura tan fluida y rica en matices que dan vuelta los colores, nunca falta algún dato que enfría el entusiasmo. Camino a la proclamación como nuevas autoridades partidarias, el tranco de Rogel sufrió un tropezón. Resulta que no le faltó que un periodista le pregunte sobre la convocatoria del Comité Nacional del partido a López Murphy y que la disertación de este vocero de los conglomerados financieros había sido muy aplaudida por todos los presentes. Rogel inventó una salida apelando al federalismo, a la necesaria autonomía que tenía que tener el partido en la provincia con relación a los designios nacionales.
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