Silvio Méndez
Desde noviembre de 2013 a la semana pasada, se sucedieron un total de nueve reuniones de alto rango, entre un grupo de beneficiarios del Programa Crédito Argentino (Procrear) de Paraná con autoridades municipales y provinciales. Los sucesivos encuentros no tenían otro fin que el poder articular, principalmente, soluciones para el acceso a la compra de terrenos para la construcción de viviendas en la capital provincial dentro de las condiciones que prevé el plan nacional. Las conversaciones impulsadas por los autoconvocados en “Sorteados Procrear Entre Ríos”, supieron convocar la presencia de la intendenta de Paraná, tres ministros del Ejecutivo entrerriano, fiscal y secretaria de Estado, secretarios, subsecretarios y asesores de toda monta. Pero a pesar de la manifestación de acuerdos, objetivos en común e inclusive promesas oficiales de acciones y gestiones anunciadas al final de cada reunión, todo parece haber quedado en la nada. El municipio finalmente se desatendió abiertamente del problema (siendo que en sus manos yacían posibles salidas) y en la Provincia se llamaron a silencio, evidenciando que no figura entre las prioridades la suerte de las 1.304 familias adjudicatarias de estos créditos en la ciudad.
Peregrinar
La hasta ahora penosa historia de los beneficiarios del Procrear en Paraná comienza el 22 de octubre último, cuando se realizó el octavo y último sorteo para la adjudicación de préstamos que otorga el Gobierno Nacional a través de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses)
A través de la Lotería Nacional, se adjudicaron en todo el país unos 130.000 empréstitos para dos nuevas líneas: para la compra del terreno y posterior construcción, y para compra de vivienda a estrenar.
De este sorteo, en Paraná fueron beneficiadas 1.160 familias en terreno más construcción y 144 para adquisición de vivienda a estrenar.
Y lo que en un principio fue una ilusión para las 5.216 personas involucradas según los registros de los demandantes en la ciudad, se ha convertido en una pesadilla y un arduo peregrinar por oficinas públicas en búsqueda de soluciones.
Es que el principal problema planteado por los beneficiarios fue la imposibilidad de concretar el crédito a partir de no poder acceder en el mercado a compra de terrenos que el ejido de la ciudad dentro el rango de precios estipulados por el Banco Hipotecario (quien ejecuta el empréstito), como parte de las condiciones necesarias para acceder a esta línea. El tope fue fijado en $150.000 para la compra de lotes, y la opción para tomar el compromiso está vigente por 180 días desde el sorteo con una prórroga por un mismo período.
(Más información en la edición gráfica número 1001 de ANALISIS del miércoles 30 de abril de 2014)