Por N. M.
(Especial para ANÁLISIS, desde Gualeguaychú)
Si hay una actividad colectiva que se rige por las modas, ésa es la política. A la dirigencia política le caben todos los reproches: es en su inmensa mayoría ignorante, en otra proporción es hipócrita y tiene una sospecha casi permanentede corrupta. Pero lo que no puede reprocharse es que conoce como pocos a su clientela, es decir, a los votantes. Observe el lector que se enfatiza el concepto de “votantes” y no de ciudadanos, porque por el momento eso es lo que buscan: el voto, no la construcción de ciudadanía.
Por eso en una campaña electoral, cada candidato, del partido que sea, ante una audiencia determinada (la reunión en el barrio, en el sindicato, en el set de televisión, en una nota periodística) dice lo que ella quiere escuchar, que no quiere decir lo que ese candidato piensa ni siquiera lo que tiene diseñado hacer si accede a la gestión de gobierno. Los discursos cambian según la audiencia.
En Gualeguaychú, las internas están pasando por esa situación: todos dicen lo que los votantes quieren escuchar, pero nadie cuenta lo que realmente piensa hacer.
Por otro lado, todos los partidos políticos en el sur entrerriano están hablando de frentes, de alianzas, de uniones, de convergencias, de grandes acuerdos. Pero esas instancias son entre políticos y políticos, ni siquiera entre partidos y partidos, y mucho menos entre política y sociedad.
La otra característica que envuelve a estas preliminares en Gualeguaychú es que “la militancia” aparece solamente en contexto electoral. Un error que cometen todos los partidos, que pareciera que se activan siempre y cuando haya una urna por delante, como una zanahoria, pero luego se encierran (literalmente) en dos o tres dirigentes que no expanden ninguna política de participación.
Así, la apatía del electorado aparece como la nota saliente de unas internas que son intensas en el intestino de cada partido, pero casi huecas para el conjunto de la sociedad.
/// Más información en la edición gráfica número 1021 de ANALISIS del 28 de mayo de 2015. ////