Pablo Rochi
"Bien chicos, bien. ¡Que manera de cortar clavos! Bien”... El grito de Omar Martínez en su radio, segundos después de ver la bandera de ganador en Rafaela, fue un mensaje claro y contundente. El Gurí volvió a poner por encima de su nombre y reputación el trabajo en equipo y la unidad del grupo para sacar el mejor resultado.
Un rato antes, el piloto entrerriano mostró su oficio para alcanzar uno de los triunfos más resonantes de los últimos tiempos, el mismo que le permitió adjudicarse la Etapa Regular del Turismo Carretera y quedar como líder de cara a la copa de Oro en busca del campeón.
Para los números y las estadísticas no hay dudas de que la gran noticia fue el nuevo festejo de Martínez en el TC. Y más teniendo en cuenta el momento en el que se encuentra el campeonato. Sin embargo, lo que se refleja en este período es la vigencia que muestra el piloto referente que tiene la categoría. Hoy, con 49 años de edad, el Gurí hace gala de toda su experiencia y calidad, y le saca el jugo a cada situación, demostrando sus más amplias aptitudes como corredor.
En este marco, hace tres temporadas que las versiones aseguran que se trata de su último año como profesional; sin embargo él solo mira para el frente, aprieta el acelerador y no afloja.
Con la victoria alcanzada el fin de semana pasado, Omar Martínez consiguió su 30° festejo en el Turismo Carretera. Es el piloto más ganador de los que están en actividad, junto con Guillermo Ortelli. Allá lejos quedó su primer triunfo, en 1995, en Río Cuarto.
Entre todos
Omar Martínez ya es una marca registrada dentro del Turismo Carretera. El es ídolo de Ford y ahora el serio candidato al campeonato. No obstante, hoy su gran presente va más allá de su capacidad para conducir su unidad. Si el entrerriano está allá arriba y cuenta con pretensiones, mucho tiene que ver la sólida estructura que armó.
(Más información en la edición gráfica número 1028 de la revista ANALISIS del 10 de septiembre de 2015)
