Daniel Enz
En el oficialismo no existe el fervor triunfalista que había en el 2007 y menos el de 2011, cuando Sergio Urribarri fue reelecto en Entre Ríos. Ni siquiera provocó ese entusiasmo de esos días el hecho de que Daniel Scioli anunciara formalmente que Urribarri será su ministro del Interior y Transporte -un lugar donde anualmente se manejan más de 5 mil millones de pesos-, por lo cual no pocos funcionarios y allegados directos al actual gobernador ya preparan sus valijas para instalarse en Capital Federal, si es que el Frente para la victoria retiene el poder central.
Sucede que las últimas encuestas mostraron un claro avance de la oposición en la provincia: tanto los adeptos a Cambiemos –que lidera el dirigente agrario Alfredo De Angeli, junto a Juan Carlos Lucio Godoy- como los enrolados detrás de Adrián Fuertes, en especial, en el caso de éste último, por el efecto arrastre que puede lograr la figura de Sergio Massa, quien tuvo una importante recuperación en el consenso de la opinión pública, en particular por algunas definiciones concretas que tuvo en torno a cuestiones tales como el combate contra la corrupción o el narcotráfico, que los otros candidatos casi no hablaron en esta campaña.
“La clave está en las diferencias que se logren en Paraná y el achicamiento de votos que se pueda producir en Concordia”, dijo a ANÁLISIS un encumbrado dirigente de Cambiemos. Las propias encuestas del oficialismo indicaban, hasta el cierre de edición, que Blanca Osuna estaba debajo de Sergio Varisco, en la intención del voto, en casi 4 puntos. Un dato que sorprendió fue el escaso apoyo que logró o que no pudo o no supo conseguir la presidenta municipal, de parte de sus rivales en las PASO: José Carlos Halle, Gastón Grand, Daniel Elías o Rubén Almará. Y tal situación, a entender de los más conocedores, le habría oficiado de boomerang.
En el sector del ex intendente radical hablan de una diferencia de casi 12 puntos, lo que anticiparía una victoria importante (ver nota aparte). Claro que esa realidad no sucede en Concordia, donde se anticipa una diferencia amplia del actual senador provincial Enrique Cresto, respecto de su principal contrincante, Roberto Niez, de Cambiemos. Los identificados con Macri vislumbran que están en condiciones de ganar los departamentos de Gualeguaychú (aunque se entiende que el candidato oficialista Martín Piaggio es muy fuerte en la ciudad), Gualeguay, Victoria, Federación, Federal, La Paz, Diamante y Tala, en función, especialmente, de la opción de los casi 130 mil entrerrianos que votaron en blanco en la última contienda electoral y del aporte en votantes que le pueden hacer sectores del campo, donde De Angeli es un líder natural desde el 2008, cuando llegó a enfrentarse varias veces con la propia Cristina Fernández por las retenciones al agro. Y tienen como ya definido derrotas, además de Concordia, Tala, Colón, Uruguay, Feliciano, Nogoyá (aunque se indica que la ciudad es muy parejo), Villaguay (a manos del fuertismo) y San Salvador. O sea, un panorama algo parecido a lo sucedido en las elecciones PASO, que provocó cierto movimiento sísmico en el oficialismo.
(Más información en la edición gráfica número 1031 de ANALISIS del 22 de octubre de 2015)