Hugo Remedi

—¿Alguien te llamó al orden por el tema del escándalo con las concejales de Cambiemos?
—No, no. La verdad es que yo lamento lo que pasó. Definitivamente, se tergiversó lo que quise decir y lamento que se haya interpretado mal. Yo sólo legitimé desde mi convicción las razones por las cuales estoy en este cargo y decir que tengo un compromiso muy grande con este lugar. Y que se puede llegar a través de una forma de trabajar y de hablar, desde un concepto de liderazgo político, en términos de personas mujeres que toman decisiones pero que no tiene nada de malo.

—¿No pensaron lo mismo quienes se sintieron afectadas?
—El escándalo es en verdad lamentable, pero yo no acusé a nadie. Nadie se lo merecía, ni yo misma. Pero insisto: yo no acusé a nadie, sólo hablé de mí y no puedo retractarme de algo que soy. Y lo que más me importaba era explicar por qué ahorramos esos 11 millones de pesos y por qué tratamos de hacer el trabajo lo mejor posible para poder capitalizar al Concejo Deliberante en lo que hace a transferencia de tecnología, por ejemplo. No estamos haciendo turismo, uno viene a trabajar por la nueva generación. Al contrario, quise fortalecer el lugar de mujer que tengo y de las convicciones de las mujeres que nos metimos en la política dejando un poco de lado incluso a nuestras familias para poder dedicarnos a este servicio público.

—¿Pero tomaste nota, pasados los días,de que esta situación de escándalo te llevó al “bienvenido al barro de la política”?
—La palabra “barro” puede llegar a ser una imagen clara de esto, porque más allá de lo que se ve hay una lucha de poderes y de intereses que están atrás de las cosas. No todo siempre es claro y quizás sea una herramienta de uso. Yo, insisto, no mentí, no acusé, no difamé. Al contrario…

(Más información en la edición gráfica número 1051 de ANALISIS del jueves 24 de noviembre de 2016)