Natalia Buiatti
“Te vamos a hacer mierda”. Ese fue el mensaje que recibió Sebastián Telanya, uno de los vecinos de Puerto Yeruá que investigó e impulsó la causa contra el intendente Fabián Cevey; su secretaria, María Griselda Brassesco; el asesor legal del municipio, Julio César Larrocca y otras 15 personas, entre las que hay familiares y empresarios. Todos fueron acusados por defraudar al Estado comprando terrenos fiscales a precios viles y, en varios casos, por explotarlos para proyectos particulares.
Puerto Yeruá es un pequeño poblado que asoma sobre las barrancas del río Uruguay, a unos 38 kilómetros del centro de Concordia. El censo poblacional de 2010 arrojó que en sus tierras fértiles, donde crecen cítricos y eucaliptos, habitan unas 1.700 personas.
Telanya sabía que si alguno de sus coterráneos estaba intentando amedrentarlo con ese mensaje, las cartas ya estaban jugadas. Había una denuncia fuerte y una pesquisa judicial que estaban en marcha. Pese a eso, el hombre se presentó en la comisaría local y emprendió una nueva denuncia, esta vez por amenaza. No tenía demasiadas esperanzas de que alguien hiciera algo para investigarlo, pero la denuncia fue elevada a la Fiscalía de Germán Dri. Desde allí se pidió información del número utilizado para enviar el mensaje. La empresa de telefonía contestó que esa línea pertenece a la flota que está a nombre de la Municipalidad. Entonces, el fiscal remitió un pedido de información al municipio, para que diga quién utiliza el número del cual salió la amenaza que recibió Telanya, pero hasta ahora no fue respondido.
Además de esa, hay otras historias por el estilo en Puerto Yeruá, y no se trata justamente de las fantasías o relatos mitológicos que cohesionan y entretejen las relaciones en una comunidad pequeña. Se trata de historias reconstruidas por investigadores, con pruebas y hechos concretos que dan volumen a expedientes judiciales.
Terrenos en promoción
Como las rebajas de temporada que inundan vidrieras y paseos comerciales en cualquier ciudad, un puñado de habitantes con suerte, algunos del mismo Puerto Yeruá, otros de Concordia y hasta una mujer de Tierra del Fuego, desde 2010, pudieron adquirir lotes valiosos a la vera del Río Uruguay por un precio muy conveniente. Pagaron entre 8 y 11 mil pesos por parcelas que tenían un precio real que iba de los 250 a los 300 mil pesos, y que a valores actuales ascienden a unos 35 mil dólares cada una.
(más información en la edición número 1064 de la revista ANALISIS del jueves 10 de agosto de 2017)
