El abogado querellante de una de las víctimas de abuso sexual de Lucas Carrasco, Matías Busso, brindó detalles de la investigación y adelantó lo que se espera para el debate oral que comenzará este miércoles.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Busso recordó que la causa “se inició en 2016 con una denuncia que radicó en la Unidad Especializada de Violencia contra las mujeres” y señaló que “en principio eran más las mujeres denunciantes pero algunas no pudieron soportar el proceso penal”.

Consideró que “en el juicio se va a probar lo que también se probó en la instancia de instrucción: que se produjo el abuso sexual con acceso carnal por parte de Lucas Carrasco contra Sofía Otero, que es a quien representamos”. “Creemos que está todo probado porque el testimonio de la víctima es contundente; aunque no hay testigos presenciales del hecho porque estos delitos se cometen en el ámbito de la intimidad, hay testigos que vivieron lo que sufrió Sofía después y testigos calificados como peritos psiquiátricos y psicológicos a los cuales las víctimas se sometieron voluntariamente, es decir que ellas pidieron someterse a peritajes para que les crean lo que denunciaron. En ese sentido estamos muy confiados porque sabemos que ninguna mujer quiere pasar por esto”, sentenció.

En este sentido, advirtió que la víctima llega a juicio “porque quiere que este delito no quede impune y no quiere que a ninguna otra mujer le pase lo que le pasó a ella”.

Respecto de las demás víctimas, el abogado sostuvo que “la denuncia de Sofía es un tiempo posterior al hecho, y sucede a partir de visibilizarse esos otros casos, ella leyó en Facebook un relato de otra chica –que en principio fue denunciante pero no continua hoy en el proceso por una cuestión personal- y que era muy similar a lo que ella había vivido. A partir de eso se sintió reflejada y acompañado y allí decidió hacer la denuncia. Ellas se conocen porque las unió el haber pasado lo mismo, y hasta hoy se acompañan, más allá de que una de ellas no siga con el proceso penal”. 

Asimismo, confirmó la existencia de dificultades en el proceso a raíz de que el imputado es una figura pública: “En un primer momento, Carrasco hacía uso y abuso de la popularidad y el poder que le daba ser un periodista reconocido, incluso en ámbitos de la militancia política, para jóvenes que creían en eso era una especie de referente”, aunque aclaró que “no tiene nada que ver con la militancia lo que hizo Carrasco”. “Además él se jactaba todo el tiempo de tener ciertas relaciones y eso hacía que tuviera un mayor poder sobre las víctimas. No obstante eso, lo que sucedió posteriormente que al ser una persona tan referenciada era más difícil que las víctimas pudieran denunciarlo porque las excluye de ciertos ámbitos y tenía una gran influencia. Era una persona con poder, con responsabilidad y toda persona con cierta exposición sabe que tiene cierto poder sobre pibas jóvenes”, describió.

De todos modos, aclaró que “no hubo ningún traspié ni entorpecimiento de la causa, la investigación se dio de forma normal y no hubo influencias de ningún tipo, ni tampoco parte de nadie de esos vínculos que él decía tener”. “Era una persona reconocida, con cierto poder de referencia, al ser conocido o famoso; aparte del poder que ejerce como hombre; pero después lo que hizo fue de una persona aberrante y no creo que nadie lo encubrió, y no creo que nadie pueda defenderlo”, sentenció Busso.

Por otra parte, sostuvo que “hay una especie de modo similar de actuar en todos los casos, pero eso no es lo que se está juzgando ya que esto va más allá de Carrasco”. “Carrasco es lo que le da trascendencia mediática al caso pero acá nos interesa también debatir otra cosa en el juicio, que es lo que sucede cuando una mujer decide tener relaciones sexuales consentidas con un hombre y en ese marco, ese hombre se atribuye la potestad de hacer lo que quiera con el cuerpo de la mujer, de violentarla como lo hizo Carrasco con la víctima y generarle una situación traumática”, explicó.

En este marco, definió que “esto va más allá de Carrasco, este delito siempre fue un delito y la práctica sexual no consentida que cometió Carrasco siempre se reconoció como un delito gravísimo, pero muchas veces no se denunciaba porque se entendía que una mujer que consentía tener relaciones sexuales con un hombre estaba entregada a él, y ese es un patrón que hay que cambiar”.  

“En este sentido hay que destacar la valentía de Sofía que no hace esto solamente por ella sino por todas las pibas que vienen, porque es muy duro lo que vivió y es muy duro tener que pasar este proceso penal. Y muchas mujeres seguramente se verán referenciadas por esto y esperamos que se animen a denunciar, como así también que los hombres entiendan que estos actos de abuso y de violencia que se ejercen sobre las mujeres tienen que terminar”, aseveró.

Consultado por la violencia verbal y psicológica que ejerce Carrasco en sus declaraciones públicas y que puede ser tomada como agravante del hecho, el abogado planteó que “él reconoce haber estado en la situación denunciada, y es muy difícil que Carrasco desmienta lo que pasó, y también esperamos que el tribunal tenga la misma sensibilidad que puede tener cualquiera porque es muy difícil que una víctima mienta con esto, porque es muy duro lo que viene después de las denuncias, y sin embargo el acusó a las víctimas de ejecutar operaciones políticas”.

“Lo que ocurrió también es que posteriormente tomó una posición agresiva sobre las víctimas, que incluso le valió una perimetral, porque ya con la causa elevada a juicio y la fecha fijada difamaba e incluso agredía a Sofía, por lo que se pidió que se le dicte una perimetral por redes sociales para que no siga mencionando a las víctimas”, contó. “Después del hecho y antes de la denuncia, Carrasco se dedicó a difamar a la víctima, y a acusarla de ciertas cuestiones que también la frenaron para denunciar”, acotó.

Sobre el proceso judicial, explicitó que “se fijó una audiencia para mañana porque son pocos testigos y puede ser que mañana mismo sean los alegatos o puede ser que se fije otra audiencia para alegar y dar el veredicto”. “Lo definirá mañana el tribunal dependiendo de cuanto se extiendan los testimonios y demás pormenores”, afirmó.

Asimismo, informó que “la pena estimada para el delito de abuso sexual con acceso carnal va de 6 a 15 años de prisión pero tenemos definido no ir por una pena exorbitante porque lo que buscamos acá no es una venganza contra Carrasco sino que Sofía quiere que el delito no quede impune y que sea una muestra de que este tipo de conductas son condenadas para que no vuelvan a ocurrir”. “No hay un ensañamiento contra Carrasco de pedir la máxima pena que se le pueda pedir y eso habla bien de Sofía, con lo cual la pena que se pedirá no será el máximo”, concluyó.