Los homicidios y balaceras en Paraná reflejan una importante circulación de armas de fuego. Se utilizan para disputas entre bandas hasta conflictos vecinales. Creció la incautación por parte de la Policía, mientras cambian el circuito de comercio, provisión y ocultamiento de armamento y cartuchería, publicó un informe de Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral).

En los últimos meses se ha observado una importante cantidad de hechos de violencia con el uso de armas de fuego en la capital provincial. Especialmente lo que se refiere como disputa entre bandas en algunos barrios, con personas identificadas claramente, con nombres y apellidos que se van repitiendo a lo largo de los años. Pero también en conflictos que podrían ser considerados menores o donde por cualquier razón aparece alguien con un revólver o una pistola.

En la provincia ocurrieron 10 homicidios en el año en lo que va de este año. Cuatro en Paraná (uno de ellos por el momento se considera accidental, pero en una circunstancia que no es casual). Siete de estos crímenes fueron cometidos con armas de fuego, uno con arma blanca, uno por asfixia y otro por un piedrazo.

Los homicidios ocurridos en Paraná:

-Brian Lencina (barrio Consejo): Fernando Villarroel confesó el homicidio. Había conseguido el arma y la devolvió en seguida. En esta zona de la ciudad hay muchos chicos que son captados por las distintas bandas que hay allí y andan armados en las esquinas o los utilizan para llevar, traer y ocultar las armas.

-Jonathan Vergara (barrio Cáritas): el chico de 17 años fue enviado por una persona que es señalada como narco o familiar de un narco de Puerto Viejo a comprar el revólver calibre 22. En esa transacción el arma se disparó y el joven murió casi al instante. El acusado que le vendió el arma está imputado por Homicidio imprudente. Hay sospechas, testimonios y hasta videos que muestran cómo el acusado y una mujer que sería su madre movieron el cuerpo del chico en una moto, lo alejaron de la casa. E incluso un video enviado a Cuestión de Fondo:

Poco después en ese mismo barrio hubo otras balaceras, allanamientos y secuestro de armas. El detenido fue uno de los que integraba las bandas que se agarraban a tiros en calle República de Siria el año pasado.

-Axel Aguiar (barrio Sachetti): tenía 19 años y lo balearon mientras estaba con otras tres personas. El tiro aparentemente iba para otro de los que estaban allí, en calles Fraternidad y Trevesse. Desde hacía varias semanas venían los tiroteos en esa zona de Paraná y el detenido, de apellido Fernández, integra una familia con un prontuario importante. Minutos después de ese crimen hubo cuatro detenidos por amenazar, golpear y robar a dos personas que estaban en la vereda.

-Cristian Dietz (barrio La Milagrosa): Lo mataron en una casa que había sido allanada pocos días antes por narcomenudeo. La víctima y el acusado están vinculados a la droga, más allá de que se discuten posibles situaciones personales en torno al homicidio.

Además, hubo numerosas balaceras en distintos puntos de la ciudad. Hay barrios más calientes que otros, o varía según el momento o la semana. La situación en barrio Concejo y alrededores es la misma, con altibajos, en los últimos 20 años por lo menos. En los últimos tiempos, lo conflictos entre grupos familiares en el barrio El Pozo agitaron este punto de la amplia zona de San Agustín.

¿A qué obedecen estos conflictos violentos? Ninguno de los casos por una situación de “inseguridad” entendida como un robo o un asalto. En la mayoría de los casos la droga es el motivo o el telón de fondo de los crímenes. En algunos, es más evidente la disputa o la participación de soldaditos de alguna banda.

En otros, emergen problemáticas entre grupos familiares o intrafamiliares donde alguien utiliza un arma en el conflicto.

En Paraná, el año pasado se secuestraron 160 armas. Este año van 45, es decir que se elevó el promedio. Según lo informado por la Jefatura Departamental de Policía, los barrios de la ciudad donde más armas se secuestraron son:

-Consejo, 1° Julio, zona de la Escuela Hogar, La Milagrosa, Miguel David y las vías, El Perejil, Macarone, Capiba, Francisco Ramírez, Bajada Grande, Arenales, Villa 351, Lomas del Mirador, Belgrano, Municipal e Hijos de María.

-En la zona de San Agustin: Mosconi, Anacleto Medina, Antártida Argentina, Paraná XVI, Humito, Villa María, Alloati, Balbi, Las Flores y Villa Huesito.

Y también en San Benito

El origen y el circuito

¿De dónde provienen las armas? A la mayoría se dificulta seguir el rastro por tener las numeraciones limadas. En general, venían de otras provincias y pertenecían a fuerzas de seguridad. Cada tanto aparece alguna que ha sido robada a un efectivo de la Policía de Entre Ríos, sea en hechos recientes o más antiguos, como sucedió este martes en Concordia donde incautaron una pistola que un comisario retirado denunció como robada en 2007.

A fines del año pasado, luego de una investigación a cargo del fiscal Laureano Dato y la División Homicidios, surgió una nueva modalidad de provisionamiento de armas, inédita: la compra legal y blanqueada de armas en comercios habilitados, con la correspondiente inscripción en Anmac por parte de legítimos usuarios. Son prestanombres que compran armas en cantidades y en seguida las venden o las alquilan a personas que integran una u otra banda.

Comenzó con la investigación por las balaceras e intentos de homicidio ocurridos el 10 de mayo del año pasado en calle República de Siria. Dos bandas que venían a los tiros todo el tiempo.

Hubo allanamientos y no encontraban ni un arma. Pero al peritar los celulares encontraron que integrantes de las distintas bandas se comunicaban con dos personas para encargarles pistolas y balas: Lautaro Villanueva, un albañil de 33 años, y Jonathan “Jona” Duarte, un empleado municipal de 42. Eran el nexo para con seguir las armas.

En un allanamiento por narcomenudeo en septiembre hallaron una pistola a nombre de Villanueva. Un informe de Anmac sobre este hombre inscripto como legítimo usuario mostró que no tenía un arma inscripta sino 16. Y Duarte tenía cuatro armas a su nombre.

En su mayoría eran pistolas 9 milímetros, otras 40 y 380, todas consideradas “de guerra”. Asimismo, compraban municiones a granel: por cada pistola 9 milímetros se pueden comprar hasta 1.000 balas por año En los allanamientos no tenían esas armas en sus domicilios, lo cual los dejó más aún en evidencia.

Estos dos hombres fueron imputados y están con prisión preventiva recientemente confirmada por el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Paraná.
Quien quedó implicado en la causa, aunque no ha sido indagado, pero designó abogado defensor, es el dueño de la armería Paraná ubicada en avenida Ramírez (Martín Mocciaro) donde tanto Villanueva como Duarte compraban las pistolas y las municiones todo el tiempo. Quedó inhabilitada por Anmac. Veremos este año cómo sigue su situación judicial.

Se trata de una misma metodología que se vio el año pasado también en Rosario. Un panorama que evidencia cierto descontrol sobre el mercado de armas, que podría verse agravado con la flexibilización que el Gobierno nacional pone en discusión y que, de hecho, ya comenzó con la baja de la edad permitida para comprar armas a 18 años.