27 de Junio de 2022 - 11:19

El propietario de un local de gastronomía de la zona céntrica de Paraná, Gabriel Bet, agredido por una inspectora municipal durante el fin de semana en calle Urquiza, relató lo sucedido y lamentó “la falta de empatía y la intolerancia” de la trabajadora, quien efectúa multas por estacionar pocos minutos para descargar mercadería en los locales, en una calle que se encuentra cortada al tránsito.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Bet contó que “desde que existe el celular, hace 20 años, todos los días descargo cuatro bolsas de carne y una de supermercado, y faltando tres o cuatro cuadras para llegar llamo por teléfono al personal para que me esperen en la puerta, porque uno empatiza con el oficial de tránsito que trabaja en la cuadra y trato de bajar las cosas lo más rápido posible”. “Paro el auto no más de cinco o seis segundos porque abro el baúl, los chicos sacan las bolsas y me voy”, detalló.

En cuanto al incidente, contó que en esta oportunidad, el sábado, “cuando paro el auto, la inspectora municipal estaba en la puerta de mi negocio, se para inmediatamente adelante del auto a labrar la multa; ahí le pido seguir circulando porque los chicos ya habían descargado, pero ella siguió labrándome el acta”.

Y relató el momento de la agresión: “Entonces me bajo del auto, y como hago siempre le hablé correctamente porque uno siempre trata de no ser agresivo con el inspector porque mañana te lo encontrás otra vez; no me sirve insultar a nadie porque mañana es un problema mayor y trato de empatizar con el funcionario. Le pedí por favor que no me haga la multa porque es mi trabajo de todos los días, y ya me iba; fueron cinco segundos. Ahí ella me dice: ‘ya me tenés cansada, hace un mes que te digo que no podes parar; vos sos de los ricos y te merecés la multa’; me da un golpe en el pecho con el talonario y ahí cuando me toca le di un golpe al talonario y se lo tiré al piso. Obviamente en el instante me di cuenta que no era una buena actitud y me agaché para juntar el talonario, y estando agachado, ella me dio un golpe con algo punzante en la nuca que me dejó drogui. No sé con qué elemento me pegó pero me hizo un corte de cinco centímetros en la cabeza que me dejó muy mareado. Vi un elemento metálico, que puede haber sido una birome, pero no era una birome común”.

Ante lo ocurrido el comerciante, planteó que “esta inspectora está siempre en la zona y es una de las personas más inflexibles que hay, la que menos empatiza con el conductor. Cualquier taxi o remise para en doble fila para bajar un pasajero, para dejar a un familiar a hacer compras, es una cosa estándar, y nadie hace una multa por detenerse a bajar una persona porque son tres segundos; nadie hace una multa porque alguien se detiene con el auto en marcha y sin bajarse del vehículo”.

En este contexto, relató que “hace unos 10 días, bajando de un remise en la misma cuadra la misma mujer se paró delante del taxi, que no había parado en doble fila sino al lado del cordón para que yo baje, y le labró una multa”. “Le pedí de buena manera que no le haga la multa al pobre gaucho, que estaba trabajando y bajando a un pasajero, y me respondió que ahí no se puede parar, que ya me lo había dicho 10 veces. Entonces le pregunté dónde me baja. En algún lugar tiene que parar el remisero, no puede parar en un estacionamiento parquizado para bajar un pasajero”.

Y narró otro ejemplo: “La semana pasada un chico de Pedidos Ya paró la moto en la puerta, sobre el cordón, no en doble fila porque ahora solo circulan los colectivos por esta calle. Una moto que no obstruye absolutamente nada, y le hicieron una multa a un chico que retira un pedido del local en un minuto y medio y se va. Tienen que comprender que por más reglas que haya, estas cosas van a seguir pasando hasta la eternidad”.

Y para ahondar en cómo les afecta la situación, ejemplificó: “Hace un mes no tengo Coca Cola en el comercio porque no le permiten parar al camión para descargar, y el delegado sindical de camioneros me dijo que no pueden parar a tres cuadras para traerme 20 cajones de gaseosa. Y es lógico”.

Sostuvo también que “otros comercios de la zona sufren el mismo problema” pero de todos modos aclaró: “No puedo decir que hay una animosidad particular con esta persona sino simplemente la intolerancia de ella para con los comerciantes; no siento tampoco hoy que sea algo personal, siento que son personas que no están preparadas para esa función”.

Por último, refirió: “Un funcionario del gobierno municipal, el secretario de transporte, me llamó para tener una reunión conmigo porque estas cosas no deben pasar, hay que solucionar esto para empatizar y dejar trabajar a la gente, porque durante seis meses estuvo la calle cortada y en ese tiempo tuve cuatro multas efectuadas por esta inspectora y por otras, por estacionar en calle Urquiza estando cortada”.