De los Santos: en Rosario “se empieza a mezclar un ambiente más mafioso que narco”

El periodista de Rosario, Germán De los Santos, especialista en materia de narcotráfico, trazó un panorama de la dramática situación que se vive en la Cuna de la Bandera, con el crecimiento del crimen organizado. En la entrevista con Cuestión de Fondo (Canal 9 Litroal) aseguró que tanto como el narco, ha crecido la mafia como con las extorsiones y los posibles vínculos con políticos y sindicatos. El corresponsal de La Nación y autor del libro Los Monos, aseguró además que “hay un aprovechamiento de grupos criminales de sectores vulnerables”, que son los que actúan como sicarios.

--¿Cómo está la realidad hoy del narcotráfico en Rosario? ¿Por qué cada vez aparece más preocupante la situación del mundo narco?

--El espiral de violencia que estalló hace ocho o nueve años se mantuvo y sobre todo se fueron sumando problemas. Hoy el crimen organizado, el narcotráfico está gerenciado desde las cárceles. La cárcel de Piñero, a 20 kilómetros de Rosario, la cárcel de Marcos Paz en la provincia de Buenos Aires, que es un penal federal, y la cárcel de Ezeiza. Las últimas investigaciones prueban eso, que hoy estas bandas están gerenciadas desde las cárceles. Parece como algo normal en Rosario y en la Argentina, porque este es un fenómeno bastante nuevo en Argentina, ha ocurrido en otros países, Paraguay y Brasil tienen serios problemas con el tema cárcel y crimen organizado y esto, en Argentina se disparó en Rosario, pero es algo que hay que estar alerta. Este esquema va más allá del narcotráfico. Hoy, otro problema gravísimo es el de la mafia, extorsiones, por ejemplo. Los Monos y otras bandas, sobre todo como si fuesen franquicias de Los Monos, bandas más chiquitas, más barriales, van a una concesionaria de autos que opera la mitad en blanco y la mitad en negro, provee muchos autos para blanquear dinero del narcotráfico, y le exigen 25.000 dólares por mes. “Si no pagás, te tiroteamos”. Hubo 600 casos de balaceras en el primer semestre.

--Los grupos narco ¿hacen negocio con esas concesionarias y a su vez le exigen?

--No necesariamente.

--¿Y qué hace la concesionaria? ¿Cierra o se va?

--No hacen la denuncia, porque si hacen la denuncia y la Justicia empieza a investigar, se abren otras puertas, capás que mucho más complicadas. Otro sector que está ahí, que es un fenómeno bastante nuevo, es el tema de las cuevas financieras. Y eso pasa en Rosario, en Paraná y en cualquier lugar del país. La droga se compra en dólares, en todos lados. La mayoría de las recaudaciones de estos grupos narcos, van a las cuevas de las financieras. Hay un caso notable esta semana: el extitular del puerto de Rosario, que tiene una financiera, Gustavo Shanahan, que transfiere la concesión del puerto a Vicentín, está detenido actualmente en Rosario: cambió en una semana 34 millones de pesos ¿cuál era el interés que cobraba por encima del dólar blue? Un 2%. Son 680.000 pesos en una sola maniobra. Es mucha plata. Cuando esa negociación con el interés no termina de conformar a la gente que provee de los pesos de los búnkeres para surtirse de dólares, vienen los disparos. Entonces se ha transformado, más allá del tema narco, en una cuestión mafiosa.

--Además se ve que va apareciendo el poderío patrimonial que tienen los jefes narco ¿qué se conoció recién? ¿El 10, 20%?

--No, nada. Porque la investigación sobre lavado de dinero es muy compleja, y otra que la Justicia Federal ahí tiene una materia pendiente gigantesca. Han hecho algo en este último tiempo algunas unidades especializadas del Ministerio Público de la Acusación de Rosario, pero el delito de investigación federal está pendiente. Hace dos semanas se conoce una escucha telefónica a la que tuvimos acceso: un joven productor de música tropical le ofrecía a Guille Cantero, que está preso en la cárcel de Marcos Paz, en Buenos Aires, que él maneje un barrio de San Lorenzo, que está en las afueras de Rosario, donde están los puertos, el pago a Guille Cantero para que no lo mate era de un millón de pesos por semana ¿qué sector económico recauda eso? No hay. Por eso es tan complicado.

--¿Cómo funciona con la Justicia, el poder político, las fuerzas de seguridad? ¿qué hacen con eso? ¿tiene salida?

--Hay otro rasgo ahí que me parece interesante de analizar, voy a ejemplos concretos: hace un mes y medio matan a un testigo que era importante en un juicio que se va a dar este año, a un narcotraficante que se llama Esteban Alvarado. El que lo mata cuando declara ante el juez y los fiscales dice que es analfabeto. La cantidad de casos de muchachos analfabetos que matan gente por plata, es enorme. Ahí hay un aprovechamiento de estos grupos criminales de esos sectores vulnerables que no hacen una evaluación de riesgo, y te matan por muy poco dinero. El jefe de los fiscales de Rosario, en su momento, Jorge Baclini, decía “lo que tenemos que lograr es que matar sea más caro”. La situación es compleja, ayer a la noche mataron a un muchacho, un arquitecto, en un robo, que es algo bastante atípico porque el 85% de los homicidios son en enfrentamientos entre bandas, y esto cuando ocurre y sobre todo en la forma en que lo matan, generó muchísima bronca social. Este jueves hay una marcha en Rosario que probablemente sea bastante importante. En 2016 marcharon 60.000 personas y casi provocan un golpe muy fuerte a la gestión socialista y a los propios tribunales de Rosario, después de que mataron a dos muchachos, también de clase media, de otros sectores alejados de ese mundo del narcotráfico. Son dos realidades distintas, pero a nivel social esto tiene mayor impacto que los 187 homicidios que sucedieron este año en Rosario.

--Lo que pasó en Paraná de la intromisión del grupo narco en la estructura municipal que aún el intendente Bahl la está sufriendo ¿no está pasando en Rosario? ¿No se meten en dependencias del Estado?

--No de la forma en que se dio en Paraná, pero sí a través de, por ejemplo, sindicatos. Sindicato de Peones de taxi, de empleados municipales, de portuarios, todo ese esquema sindical hoy está dominado por la banda de Los Monos, que actúa muchas veces para definir cuestiones internas, pero a balazos. Por ejemplo, fueron baleadas seis residencias de peones de taxi, que eran de la Comisión Interna, al secretario general de los portuarios le quemaron la camioneta, le balearon al hermano, ese tipo de situaciones que se dan en ese universo narco y se trasladan a las internas sindicales, pero hasta ahora no se detectó que sea en la estructura del Estado. Una cosa es que no se haya detectado, otra cosa es que exista.

--¿Y qué pasa con los representantes de la Justicia? ¿cuánto de temor tienen ante el grado de violencia que demuestran estos grupos?

--En Rosario se construyó un edificio nuevo, que es el Centro de Justicia Penal, donde ahí empezó a funcionar el nuevo sistema procesal penal, que son salas de audiencias públicas, un edificio todo vidriado, muy lindo. Cuatro veces lo balearon, el ministro de Seguridad dijo “y, vamos a ponerle ladrillos”, es una ciudad que no está preparada para un edificio así, que se inauguró hace tres años. En el Poder Judicial hay mucha preocupación por esto, balearon a 14 casas de jueces, los jueces cuando se presentaron a declarar en un juicio sobre los atentados a blancos judiciales, entraron a las 6 de la mañana, sin que nadie los viese para evitar a los periodistas, declararon cinco minutos y se fueron aterrorizados. Son jueces. Esos es lo que a mí me parece que son temas que van más allá de un simple enfrentamiento entre bandas narco.

--¿Y con el poder político cuánto se mete la estructura narco en cuanto a corromper a los representantes de la clase política?

--Hay algunas investigaciones judiciales con unos indicios. Se menciona a la vicegobernadora actual, Alejandra Rodenas, por ejemplo, en una causa judicial que lo tiene como principal implicado a Esteban Alvarado que es el rival de Los Monos. Él dice a su abogado en un audio de Telegram “llamala a Alejandra Rodenas que nos dé una mano”, por ejemplo, pero la Justicia no avanzó a ver si había otros elementos. Pero eso se hizo mención en una audiencia judicial. Después está el caso del senador Traferri del peronismo que empieza por una cuestión vinculada al narcotráfico, se enreda con el juego clandestino y termina con un senador acusado de cobrar 250.000 dólares de coima para aprobar una Ley. Pero todo se empieza a mezclar en un ambiente más mafioso que narco, donde hay políticos, empresarios y también narcotraficantes y sicarios.