Igualmente, uno de los impuestos que más pesan en el valor final es Ingresos Brutos, ya que este impuesto produce una suerte de efecto cascada, porque todos los componentes de la cadena productiva van pagando un porcentaje menor. El efecto cascada, del que hablan los tributaristas, termina impactando fuerte en el precio final.

“Esta presión tributaria coloca a la Argentina en primer lugar de América Latina y peleando el octavo puesto con el Reino Unido”, dijo César Litvin.

A modo de graficar, en el artículo publicado en el diario La Nación y difundido por Diario Río Uruguay, Litvin tomó el caso de los guardapolvos, una prenda que en su categoría estándar llega a los 60 pesos. Pero de ese importe, apenas 22,79 pesos corresponden al costo del producto, es decir, un 38 por ciento.

Los impuestos representan el 18 por ciento del total y se llevan 18,32 pesos por cada prenda vendida. En el resto, un 32 por ciento, es decir, 18,98 pesos, se incluyen los gastos de administración, comercialización, bancarios, financieros y utilidad, entre otros rubros.

Dentro del total de impuestos, que como se dijo llegan a 18,32 pesos, el 23 por ciento corresponde al efecto cascada de Ingresos Brutos (4,22 pesos). El IVA representa el 57 por ciento del total y el impuesto a las ganancias se lleva el 12 por ciento.

Finalmente, subraya que las tasas municipales han ganado cada vez más injerencia en el precio de los productos. Para el caso del guardapolvo, las tasas de seguridad e higiene, como se llaman la mayoría de ellas, representan un 8 por ciento de lo gravado.

Precisa además que para el conjunto de municipios que cobran sobre la facturación, el indicador varía entre valores máximos cercanos al 1.89 por ciento de las ventas brutas netas de IVA (en el caso de Concordia), y tasas del 0.2 por ciento (en el caso de la Municipalidad de San Luis). Vale decir que hay jurisdicciones que llegan a aplicar una carga tributaria que es hasta diez veces más elevada que en otros puntos del país.