Pablo Rochi

Romeo Pisano continuará en la presidencia del Club de Volantes Entrerrianos tras la decisión de la asamblea realizada la semana pasada. En diálogo con ANALISIS, el dirigente repasó su gestión y habló de los próximos objetivos. Entre otros temas, criticó fuertemente a un sector del periodismo y también al presidente del TC 2000, Pablo Peón. “No comparten lo que ellos ganan y siempre están cuestionando. Si quiere buenos autódromos que primero haga los aportes que debe hacer la categoría”, dijo. Además, se refirió a la actualidad del automovilismo nacional y al retorno del Turismo Carretera a nuestra ciudad previsto para el 28 de agosto.

-¿Qué en la última asamblea no se haya presentado una lista opositora significa que se está haciendo bien el trabajo o que no hay dirigentes que quieran tomar la posta?
-El club actualmente tiene una masa societaria de más de 500 socios, es decir que todos están en condiciones de armar una lista. Que no haya oposición significa que no hay dudas de lo que estamos haciendo. El club está ordenado en todos sus aspectos. Haber logrado cuatro Fangio de Plata en forma consecutiva habla a las claras del trabajo de la Comisión Directiva y del apoyo que recibimos. Acá hay mucha gente que trabaja por esto y todos ellos hacen que las cosas salgan bien; no es un logro personal sino de un grupo de trabajadores.

-Lograr premios a nivel nacional es sinónimo de un trabajo positivo. Ahora bien, haciendo una autocrítica, ¿qué deberían corregir?
-Muchas cosas. Hay que seguir creciendo. El tema es que uno a esto lo hace en forma amateur y los tiempos no son los mismos cuando uno es profesional. Si hacemos una autocrítica puedo decir que somos de bajo perfil, no hacer alardes de los galardones. A lo mejor tendríamos que capitalizar todo lo bueno que nos está sucediendo para vender más el producto del Club de Volantes Entrerrianos. Principalmente, para desasnar algunas mentes de dirigentes y periodistas, principalmente de Capital Federal, que hablan mal de los autódromos del interior de nuestro país y lo hacen sin saber, desde lejos. Es más, a algunos les vamos a mandar un mapa de Argentina para que sepan dónde quedan las ciudades donde están los autódromos.

-¿Por qué lo dice?
-Porque hay dirigentes que critican los autódromos sin saber nada. El otro día, en la carrera del TC 2000 en Curitiba, escuché a un dirigente y sinceramente me dolió mucho lo que dijo, porque para criticar los autódromos primero hay que hacer los aportes de la categoría como sí lo hace la Asociación de Turismo de Carretera (ACTC). Nosotros no estamos casados con la ACTC, sino que trabajamos codo a codo con ellos, y el resultado es la inversión que hacemos en el autódromo. Los ingresos de las carreras se vuelcan en obras. No queremos que nos pongan arriba del pedestal pero sí que reconozcan que lo que hacemos es por el esfuerzo que ponemos. Si algunas categorías quieren tener autódromos de lujo tendrían que poner la plata correspondiente…

-¿De quién está hablando?
-Por ejemplo, del presidente del TC 2000 (Pablo Peón), que dijo en Brasil que Curitiba es el mejor autódromo, que es impresionante cómo se encuentra y que ojalá en Argentina haya autódromos como el de Curitiba. Sin embargo, no hacen nada para que los circuitos de nuestro país estén en las condiciones que ellos pretenden y para que los autódromos también ganen plata. No comparten lo que ellos ganan y siempre están cuestionando. Entonces, es la hora que con nuestra humildad nos pongamos los pantalones y les digamos: “Bueno señores, si quieren circuitos buenos tienen que poner plata”. Estas cosas no ocurren con la ACTC.

-También habló del periodismo.
-Sí, de un periodista de un programa de televisión, creo que se llama Fazzini (N. de la R.: Tano Fasini, de Fox Sports). Es más, dudo que sea periodista. La otra vez dijo que el autódromo de Paraná se tendría que unificar con el de Concordia para hacer uno solo. Esas definiciones son molestas porque ese señor no conoce nuestro autódromo, nunca vino. Por eso me permito decir que nos gustaría que algún día nos invite a los dirigentes de los diferentes autódromos a su programa de televisión para aclararle algunas cuestiones. Nosotros, con un bajo perfil, nunca atacamos esas imprudentes posiciones de periodistas que no lo son. No nos molestas las críticas constructivas, pero éstas sí porque no sirven para nada. Maltratar desde Buenos Aires un producto que no conoce es realmente muy malo.

-¿Y por qué cree que este señor tuvo estas consideraciones?
-No sé. Creo que hay dos cosas que sirven. La incapacidad se demuestra andando y la capacidad también… Lo que dijo demuestra la incapacidad porque desconoce lo que son los autódromos del interior de nuestro país. Ojo, no hablo solamente del nuestro, sino de todos los autódromos que laburan fuertemente por mejorar. Lo mismo que Pablo Peón, que cruzando el charco comenzó a criticar. Con esta gente vamos a tener charlas muy profundas porque con sus actitudes le hacen mal al automovilismo argentino. Que quede en claro: nosotros trabajamos para el automovilismo y no vivimos del automovilismo, y ellos sí viven del automovilismo.

-¿El automovilismo es un buen negocio?
-Para la institución es un negocio que en un 90 por ciento se comparte, teniendo en cuenta que una carrera tiene un costo muy alto. Un autódromo tiene una fecha al año para salvarse, mientras que las categorías tienen 14 fechas en la temporada, ésa es la diferencia. Si nosotros tuviésemos una carrera todos los meses la cosa sería distinta. Igualmente, no todas las categorías dejan plata.

-¿Cómo se sustenta el Club de Volantes Entrerrianos?
-Los ingresos son de los aportes de la masa societaria. También hay buenos sponsors, que en realidad no dejan plata sino que hacemos canjes, ya sea de pintura, de la parte eléctrica, que para nosotros es plata. También contamos con aportes de la provincia y de la municipalidad con el trabajo de las maquinarias. Se suman elementos que va restando la erogación de dinero. Siempre trabajamos con un objetivo que es no hipotecar el club. Nuestra entidad hoy no tiene deudas de ninguna índole y eso nos permite crecer. Si uno no tiene deudas y entra un peso, es un beneficio que suma y no resta.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)