Claudio Cañete
El Instituto Audiovisual de Entre Ríos (IAER) fue el nuevo organismo que pasó a conformar la estructura del área de Cultura provincial desde el comienzo de la gestión gubernativa anterior. Esto permitió la capacitación gratuita de decenas de realizadores entrerrianos que trabajaban en solitario desde sus localidades. También, que otros tantos terminaran sus filmaciones asistidos por los equipos y el apoyo técnico que el IAER les proporcionó. Significó la promoción de varias muestras, festivales y encuentros en materia de imagen (incluyendo la fotografía) y marcó la pauta a seguir para la conformación de una verdadera red de productores y realizadores entrerrianos que ya no necesitan emigrar para generar sus creaciones. El director de cine Pablo Feuillade, que continuará siendo su director, habló con ANALISIS, realizó un balance de su área y anticipó lo que se viene en los próximos meses.
Este año, además de desempeñarse como funcionario, Pablo Feuillade también realizó un mediometraje documental como director titulado El Bolicho, un trabajo que rescata a los personajes, características y costumbres de los bares del interior provincial, particularmente los que están en el campo. Ha conseguido, además, que varios trabajos de realizadores entrerrianos -con apoyo del IAER- se presentaran con éxito en muestras del calibre del Festival de Cine de Mar del Plata; o que algunos de los jóvenes directores a los que les dio su apoyo obtuvieran importantes premios y menciones en muestras y festivales de cine y cortometrajes del país. Ahora el desafío que le propone su continuidad en el cargo no es poca cosa: continuar con la línea de trabajo ya establecida y tener plena conciencia de que queda todavía mucho por hacer.
-Después de cuatro años de gestión frente al Instituto Audiovisual de Entre Ríos (IAER), ¿qué cambios introduce en el panorama cultural provincial la inclusión de una política audiovisual?
-Que el IAER esté incluido dentro de la estructura del Estado provincial no es casual. Esta decisión política del gobierno de Entre Ríos, inédita y pionera respecto a otras provincias, ubicó a las políticas públicas referidas a lo audiovisual dentro de un espacio específico, dentro de la Subsecretaría de Cultura de Entre Ríos. El desarrollo de los procesos de globalización y regionalización puso en crisis las identidades. La televisión, el cine, el video y las nuevas tecnologías de la comunicación producen una imagen de “aldea global”, retomando la definición del teórico de los mass-media Marshall McLuhan; pero la pregunta es ¿qué vemos de la aldea que nos muestran?, y más aún, ¿quién es el que la muestra? Por estas definiciones precedentes, el objetivo fundamental del Instituto Audiovisual es propiciar la resignificación de estas “imágenes del mundo”, promoviendo la construcción de espacios identitarios donde aparezcan “nuestras imágenes”. Se trata de profundizar el uso de herramientas conceptuales, teóricas, técnicas y expresivas para trazar este camino. Sin dudas estos cambios hablan también de una transformación epocal, donde la cultura es el espacio de tensión de esta situación. En ese contexto, el lugar del Instituto Audiovisual es altamente significativo como organismo impulsor de políticas públicas que atiendan esta problemática, ya que las posibilidades de lo audiovisual se vinculan a las múltiples maneras que tiene la cultura de manifestarse, constituirse como memoria, actuar y proyectar un futuro. Desde este marco, las acciones sostenidas por el IAER se encaminaron a operar sobre estas coordenadas: formar realizadores, difundir la producción del campo, capacitar sobre sus lenguajes, profundizar sus gramáticas y, fundamentalmente, impulsar la construcción de ciudadanía a través de la cultura, atendiendo la inclusión social de los sectores menos favorecidos.
-Dentro de las actividades y objetivos del área, ¿cuáles destacás como principales?
-Tomando en cuenta los ejes programáticos sobre los que trabajamos en estos primeros cuatro años, considero que con las necesarias correcciones que surgen de la evaluación ya formulada hubo dos líneas de trabajo que demuestran un resultado altamente satisfactorio. La primera de ellas tiene que ver con la consolidación de una red de realizadores audiovisuales distribuida en todo el territorio provincial. Esto es consecuencia de una metodología de trabajo que se fue perfeccionando durante la gestión, donde el carácter federal era el norte que orientaba las actividades. Siendo un organismo provincial, nos planteamos como condición prioritaria trabajar en todo el territorio entrerriano. Esto posibilitó el acceso a distintas instancias de capacitación y producción a jóvenes de diferentes localidades, que deberán ahora replicar estas experiencias en sus lugares con el apoyo y la cobertura del IAER. El otro punto que considero valioso destacar está vinculado al incremento en la producción audiovisual, con trabajos premiados en diferentes certámenes y concursos a nivel nacional. Particularmente creo que los premios obtenidos por nuestros realizadores no son un fin en sí mismos, sino un fuerte aliciente para quienes producen desde el interior del país. Y otra consecuencia interesante es la visibilidad que empieza a tener en esos ámbitos la obra de autores entrerrianos.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
