Silvio Méndez
Con la noticia publicada en un periódico capitalino, volvió a ponerse en evidencia la reacción xenófoba de habitantes de algunas ciudades del interior, a partir del trascendido de que pobladores de la Villa 31 se instalarían en la provincia. El escándalo esta vez estalló en La Paz e incluso la diputada provincial Patricia Díaz adhirió al planteo de los vecinos para pedirle explicaciones al intendente José Nogueira. El caso es similar a hechos sucedidos ya en Nogoyá, Crespo, Ramírez, Seguí, Viale y Lucas González, donde el rumor se alimentó hasta dimensiones insospechadas. Lo que en rigor constató el jefe comunal lapaceño es una migración de antiguos residentes que vuelven al pueblo, situación que despierta una repulsión inusitada. En tanto, desde la delegación local del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) se apuntó a que aún persisten en la ciudadanía valores individualistas propios de las políticas e ideologías neoliberales.
A partir de la publicación en el diario Clarín de Capital Federal, salió a la luz nuevamente el temor de pobladores de algunas ciudades de la provincia por la posible instalación de habitantes provenientes de la Villa 31 de Capital Federal en sus localidades. Esta vez, el rumor corrió como reguero de pólvora en La Paz, pero antes lo fue en Nogoyá, Crespo, Ramírez, Seguí, Viale y Lucas González. En gran parte de estos municipios se ligó este trascendido fantasma a una suerte de pérdida de seguridad y calma pueblerina, lo que movilizó y convocó a entidades comerciales y vecinales a reuniones para pedir explicaciones a las autoridades y repeler este intento de “invasión”.
En el caso de Nogoyá, llegada esta habladuría hacia principios de año, los muy preocupados concejales radicales elevaron un pedido de informes al intendente Faustino Schiavoni para que “desmienta o confirme” la versión sobre la radicación en esa ciudad de los indigentes capitalismos. La solicitud nunca fue contestada y los ediles salieron a reclamar públicamente la falta al jefe comunal. Fue entonces que, haciendo gala de un estilo y desparpajo que lo caracteriza, Schiavoni finalmente respondió diciendo que no podía “contestar estupideces todos los días”.
En el caso de La Paz, la diputada provincial Patricia Díaz se sumó a la oleada xenófoba infundada en el trascendido de que, como en todos los casos, tiene poco fundamento. La preocupación de la legisladora es que en la posible asistencia social que la mayor cantidad de personas demande, se asegure la prioridad en el acceso a “nuestros vecinos”.
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