Silvio Méndez
El 22 de mayo de 2013 la Central de Control de Tránsito y Transporte (CCTT) de la Municipalidad de Paraná envió a periodistas y medios el último informe diario sobre el estado del transporte en la ciudad, elaborado en base al registro obtenido por el GPS con que cuentan todas las unidades de colectivo. En los partes que religiosamente eran remitidos a través de correo electrónico a los interesados, se detallaba, según cada empresa, los coches en servicio por línea y ramal, el estado de las frecuencias y los minutos de demora en el caso que las hubiese.
ANÁLISIS intentó obtener nuevamente los informes, pero en diálogo con el titular de la CCTT, Raúl Caviglioni, el funcionario indicó que previamente iba a consultar a la superioridad para poder enviar tan delicada información. Al cierre de este informe, aún se aguarda la autorización de los responsables para poder difundir los datos que, a todas luces, deberían ser de acceso público.
En fin, lo cierto es que el envío de los dos partes periódicos sobre el estado del servicio del transporte urbano de pasajeros en la ciudad cesaron llamativamente, al tiempo que a través de la prensa se difundiera que las frecuencias de colectivos disminuían en los horarios picos. Por ese entonces, el 24 de mayo, el sitio Entre Ríos Ahora publicó que en la franja horaria de mayor demanda, entre las 6.30 y las 7.30, cuando se trasladan empleados públicos y de comercio, el número de coches era menor que en otros momentos del día. Los datos para dar cuenta de esta información surgían al cruzar los partes diarios de la CCTT y el informe realizado por la consultora Logitrans, contratada por el municipio en 2011 para realizar un análisis del transporte en Paraná (y que costó 120.000 dólares).
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS del 26 de septiembre de 2013)
