Alejandro Díaz de 38 años falleció el lunes 24 de junio en el Hospital San Martín de Paraná. Fue tras dos días de agonía luego de haber sido apuñalado en una violenta discusión registrada ese sábado en calle Montiel y Luis Palma, en barrio Padre Kolbe.

A dos meses del crimen de Díaz, su madre, Graciela Urrutia, imploró por Justicia y reprochó que el asesino de su hijo fue beneficiado con la modalidad de prisión domiciliaria con pulsera electrónica.

"La causa está caratulada como Homicidio Simple, pero le pedí al fiscal que la cambiara a Homicidio con alevosía porque mi hijo tenía un montón de puñaladas, todas con cinco puntos, y otras más debajo del mentón", denunció la mujer.

"Después de la cirugía, cuando despertó, él dijo `me atacaron a traición y me apuñalaron hasta por debajo de la muela", rememoró Urrutia.

En la oportunidad, la madre de la víctima reprochó a la Justicia entrerriana: "Porqué el asesino está preso con pulsera electrónica, si yo a mi hijo ya no lo tengo, está muerto".

"Porqué tengo que tolerar que Miguel González esté libre con pulsera. Él andaba por todos lados y ya sabía que le querían dar ocho años", advirtió, al tiempo que recalcó: "Yo quiero que le den la pena máxima, 25 años. Quiero Justicia por mi hijo".

"Al testigo que lo ayudó a llegar a casa, lo amenazaron y nunca le dieron protección. Y a Miguel González le pusieron un policía en la puerta, supuestamente por temor a represalias. Entonces, a qué estamos jugando", se preguntó la mujer.

En la oportunidad, denunciaron que el homicida tenía una restricción por violencia de género hacia su ex pareja, y que fue precisamente en el domicilio de la mujer donde fue detenido.

"Por qué la ley tiene que ser así, que el asesino esté en su casa, y cómo puede ser que el padre lo tenga en su casa. Si mi hijo hubiese matado a una persona, soy la primera en llevarlo a la comisaría para que esté preso y pague por su delito", comparó.

Fuente: El Once