Rosario Romero será la nueva intendenta de Paraná a partir del 10 de diciembre. Fue una muestra de que la ciudadanía apostó por la continuidad de la gestión de Adán Bahl. Sin embargo, el resultado provincial opacó todos los festejos en la capital entrerriana.
El peronismo de Paraná no pudo festejar su triunfo. La lista que encabezó Adán Humberto Bahl obtuvo en su territorio un importante respaldo de la ciudadanía. El intendente de la capital consiguió 65.618 votos, unos 9.000 votos más que el gobernador electo Rogelio Frigerio.
Si bien el resultado no alcanzó para que Bahl sea gobernador, la continuidad de la gestión en Paraná si consiguió el respaldo en las urnas y por eso la actual ministra de Gobierno de la provincia, Rosario Romero, será la nueva intendenta de Paraná a partir del 10 de diciembre. La abogada obtuvo -al momento de cierre de esta edición- 58.714 votos y le ganó al principal competidor, Emanuel Gainza, quien recogió casi 3.500 votos menos.
De esta manera, el peronismo retuvo la gestión municipal a pesar del fuerte corte de boletas que hubo en los comicios del domingo 22 de octubre. Romero “fue cortada”, de eso no quedan dudas al analizar los votos obtenidos por el actual intendente y compararlos con el acompañamiento a la lista oficialista por la intendencia: Bahl obtuvo casi 7.000 votos más que Romero.
Sin embargo, para el peronismo paranaense fue suficiente ante la expresión local de Juntos por el Cambio que evidentemente sufrió el peso negativo de la figura de Patricia Bullrich a pesar de que intentaron prescindir de ella durante la campaña electoral. Cabe recordar que Gainza empapeló la ciudad con afiches en donde no aparecía Bullrich y ni siquiera el sello de Juntos por el Cambio, en sintonía con lo que ocurrió con los candidatos a intendentes de la coalición en todo el país.
Un gol que no se gritó
Sólo en el entorno más íntimo de Romero se notó algún gesto de satisfacción. El esfuerzo de la campaña y el desarrollo de una extensa trayectoria política que desembarca en la presidencia municipal merecía una celebración mayor, pero la dura derrota provincial hizo que se apaciguaran los ánimos.
A tal punto que la tristeza todavía perdura en los ámbitos del peronismo local. Fue un golpe duro, esperaban trasladar la gestión municipal a la provincia y el entusiasmo con conseguirlo era importante. Sobre todo, en el tramo final de la campaña, donde Bahl había logrado hacerse más conocido en la costa del Uruguay y las diferencias con Frigerio se habían acortado considerablemente.
A pesar de lo que ocurrió a nivel provincial, el actual intendente asoma como el referente del peronismo -junto con Bordet- en la conducción del Partido Justicialista de cara a lo que viene. Además de la buena gestión en la ciudad, Bahl puede ofrecer buenos resultados en su territorio y los argumentos de por qué se perdió en lo provincial se explican del otro lado de la provincia.
(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1145, del día 26 de octubre de 2023)
