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La ONU vota sanciones contra Cuba: dan por hecho que Milei se plegará en favor del embargo de EEUU

Salvo un cambio sorpresivo de Donald Trump frente a su tradicional presión a Cuba, Estados Unidos votará entre martes y miércoles en la Asamblea General de las Naciones Unidas contra el levantamiento del embargo que su país mantiene contra la isla desde tiempos de la Guerra Fría.

Y lo que decida la administración republicana es lo que votará la de Javier Milei por su alineamiento incondicional con Trump. Para el Gobierno el voto sobre las sanciones al régimen de La Habana representa un capítulo conflictivo de las relaciones exteriores y de la propia cancillería argentina.

Ocurre que el voto sobre Cuba en la Asamblea General, es lo que detonó, hace un año, el desplazamiento de Diana Mondino como canciller de Milei. Fue también la coronación en el cargo del empresario Gerardo Werthein, que renunció el jueves pasado sin cumplir el año como reemplazante de la economista y sin tener que expresar finalmente una posición sobre Cuba.

Hay trascendidos de que el gabinete de Werthein, más cercano al kirchnerismo -lo que irritaba a las llamadas Fuerzas del Cielo, de Santiago Caputo- tenían silenciosamente posiciones más proclives al levantamiento de las sanciones a la isla. Es para el caso, lo que un libertario puro debería también dar por consejo, aunque Milei utiliza en este caso otros dos parámetros. Su alineamiento con Trump y el rechazo al comunismo.

En el ambiente diplomático latinoamericano confiaron a Clarín que Cuba conseguirá como todos los años una resolución de respaldo mayoritario al levantamiento de lo que la isla y sus aliados llaman el bloqueo, y otros el embargo de EE.UU. Este se remonta al año 1960 con una serie de primeras restricciones cuando Fidel Castro -empoderado pero aún no al frente de la isla- ya coqueteaba con la ex Unión Soviética. Se endureció en 1962, y volvió a restringirse a principios de los 90.

Las fuentes consultadas también sostienen que este año podría verse un aumento de países que voten contra el levantamiento de ese embargo, o se abstengan de hacerlo, lo que a su vez no es vinculante. Por ejemplo, esperan que países de Europa castiguen a los cubanos por su apoyo a Rusia, en el marco de su invasión y guerra en Ucrania.

La situación local

El voto a Cuba fue el punto de inflexión para la corta vida como canciller que tuvo Diana Mondino. Para octubre del año pasado, Milei buscaba seducir fuertemente a un Trump en campaña, y se mostraba fuertemente influenciado por el discurso anti Agenda 2030 de desarrollo sustentable. Entonces hubo contrapuntos sobre asuntos de derecho internacional. El primero, con el experimentado ex embajador ante la ONU, Ricardo Lagorio. Después con Mondino misma y todo su equipo.

El voto argentino en favor del levantamiento del embargo a Cuba de octubre de 2024 se produjo con una Mondino sumergida en otros asuntos y fue manejado por quien había asumido semanas antes como vicecanciller, el ex cónsul en Montevideo, Eduardo Bustamante, en reemplazo de Leopoldo Sahores.

Bustamante, el director de Comunicación Oficial de la Cancillería, Juan Carreira; y el secretario de Civilización y Culto, Nahuel Sotelo, -todos referentes en el sector de Santiago Caputo- debatieron qué se debía hacer y llegaron a la conclusión de que había que votar a favor por el apoyo de Cuba a la Cuestión Malvinas.

Para el caso, cuando se votó a favor del levantamiento del embargo, la Derecha Diario publicó un inmenso titular, luego borrado, que festejaba el voto contra las sanciones a la isla como en favor “del libre comercio”. Pero cuando se enteró Milei de lo actuado, echó a Mondino, ordenó abrir un sumario ideológico contra diplomáticos de carrera -que abrió en realidad el ahora ex canciller Gerardo Werthein-, y en cambio los responsables de la decisión, se llamaron a silencio.

La Cancillería entonces entró como en modo "Off". Y tanto para el Gabinete del Canciller, como para la representación en la ONU fueron designados, sin cargo, funcionarios de carrera con menor rango y experiencia diplomática que lo que habitualmente exige las respectivas funciones.

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