
Por Dra. Mariela F. Caminos
Entre Ríos no es una excepción de lo que pasa en todo el país con las vacunas. El personal de salud sigue esperando hace meses una vacuna que, según los propios reglamentos del Ministerio de Salud, nos corresponde en primera instancia.
Sistemáticamente nos relegan, priorizando vacunar según sus intereses, a cuentagotas. ¿Es ineficiencia? ¿Incapacidad de quienes organizan la vacunación, o es una actitud política deliberada alentada por los conflictos entre Femer y Iosper? No lo sé, pero ya no sé cómo explicar esta incompetencia.
¿Cuantos médicos, enfermeras y enfermeros, gente de limpieza del sector salud y sus familiares tienen que morir?
¿Qué hace falta para que se comporten a la altura de las circunstancias? Se debería estar vacunando de lunes a lunes todo el día, sería bueno que alguien que tenga un poco de poder solicite la lista de vacunación, a quiénes, cuándo y dónde se vacuna.
No existe un listado solicitado desde salud para inscribir al personal de salud privado, al contrario, nos informamos entre nosotros, y comenzamos a mandar listas a salud pública al no encontrar ninguna respuesta concreta. O sea, ni la intención de censar las necesidades del sector privado de salud, como si no formáramos parte del sistema.
Destaco que lo más alarmante es que tampoco se ha vacunado a todo el sector público.
Hay existencia de vacunas, solo que las guardan. ¿Para qué? No lo sé, mi mente pragmática y franca no logra entender tanto descaro, tanta inmoralidad, tanta falta de empatía con la gente que nunca bajó los brazos y siguió trabajando aun siendo de mucho riesgo. Las vacunas deben estar en los brazos de quienes corresponde, no en un galpón por tiempo indeterminado.
Estamos en una pandemia que ya se ha llevado más de 50.000 vidas y estamos muy lejos de que se termine. Los que no estén a la altura de las circunstancias den un paso a un lado, estoy segura que hay gente muy formada para manejar estas situaciones de crisis con la eficiencia y la transparencia que estos momentos tan difíciles que vivimos se merecen.