Un joven de 20 años fue asesinado en un crimen familiar perpetrado en Paraná, donde la familia dio aviso a la Policía y mencionó una sobredosis de drogas pero luego la autopsia confirmó que lo habían ahorcado. El padrastro fue imputado y quedó con prisión preventiva, mientras que la madre fue liberada por beneficio de la duda.
Todo sucedió el miércoles 22 de mayo, cuando la familia llamó al 911 pidiendo auxilio porque el joven se encontraba en su cama desvanecido y no reaccionaba. Una ambulancia y policías llegaron al domicilio de calle Edmundo D'Amicis y María Curie (en la zona de calle Pasteur entre Avenida Ramírez y Avenida de las Américas) y constataron que el muchacho estaba fallecido. El médico policial informó, por la rigidez del cuerpo, que la muerte había ocurrido desde hacía al menos un par de horas, y no advirtió ningún tipo de lesión en el cuerpo.
En la casa residían con el joven, su madre, su padrastro y el padre este hombre.
El cadáver fue enviado a la Morgue Judicial de Oro Verde y al día siguiente la autopsia iba a revelar lo inesperado: el médico forense dictaminó que el fallecimiento se produjo por asfixia. Además, constató que algunos órganos presentaban lesiones producto de golpes, que externamente no eran visibles.
Al cotejar con la versión del hecho que había aportado la familia, emergieron las contradicciones, sobre todo por los horarios que no cuadraban entre lo que habían manifestado con la data de muerte que arrojó la autopsia.
La madre y el padrastro fueron trasladados a la Fiscalía, donde el fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull los entrevistó y advirtió las mismas inconsistencias en sus relatos. Pero la madre quedó libre por el beneficio de la duda mientras que el padrastro fue imputado por homicidio. Tras una audiencia en el Juzgado de Garantías, le dictaron 60 días de prisión preventiva, que cumple en la Unidad Penal N° 1 de Paraná.
El personal de la División Homicidios continuó con testimonios de vecinos y allegados, y se estableció por el momento que las únicas personas que estuvieron con la víctima y lo vieron a un horario cercano al momento de la muerte fue el padrastro. Este y otros indicios comprometen al hombre de 45 años.
Se están revisando videos de cámaras de seguridad para constatar los movimientos y las versiones que dieron los sospechosos, así como los movimientos bancarios ya que el joven fue a sacar plata al cajero ese día, ya que cobraba una beca escolar.
La víctima padecía una profunda adicción a diversas drogas, además de criarse en un contexto de adicciones, sobre todo al alcohol de parte de su entorno familiar más cercano. Pero aquel padecimiento fue el argumento para decir que el chico había sufrido una sobredosis. Algo que luego la autopsia descartó.
La investigación por este crimen familiar en Paraná continúa y no se descartan nuevas medidas para esclarecer si el joven fue ahorcado por su padrastro, por otra persona o si hubo algún cómplice o encubridor.
En las redes sociales del barrio Presidente Perón, publicaron un sentido adiós al joven fallecido:
"Con tristeza, queremos informarles del fallecimiento de nuestro joven vecino Michael Zalazar Ledesma. Desde la comisión vecinal, nos sumamos al pedido de colaboración que hicieron sus amigos para ayudar a la familia. Enviamos nuestras más sinceras condolencias a sus familiares y amigos. Que encuentren paz y consuelo en estos momentos difíciles. Descansa en paz, Michael. Siempre estarás en nuestros corazones".