Longvie acaba de cerrar un acuerdo con Rotoplas Argentina para fabricarle termotanques y calefones de alta gama para la marca Señorial, en fábricas de Entre Ríos.

Longvie acaba de cerrar un acuerdo con Rotoplas Argentina para fabricarle termotanques y calefones de alta gama para la marca Señorial, en fábricas de Entre Ríos.

Así lo informó la compañía argentina, que produce además estufas y lavarropas, a la Comisión Nacional de Valores (CNV). Según fuentes del mercado, Longvie no fabricaba para terceras empresas calefones ni termotanques desde hace muchos años, pero habría visto en este acuerdo una oportunidad de cooperación con una marca rival para traccionar la producción en un contexto económico complejo.

Rotoplas será el encargado de comercializarlos, ya que el acuerdo está centrado sólo en la producción. Si bien Rotoplas produce equipos en su planta propia en Pilar, el acuerdo prevé que Longvie haga los modelos de alta gama en su fábrica de calefones y termotanques en Paraná, Entre Ríos, informó El Cronista.

Rotoplas es un grupo de origen mexicano, con presencia en 13 países, conocido por sus tanques de agua, pero que ingresó a los calefones y termotanques en el país con la compra de la marca argentina Señorial, en 2016. Longvie, que en octubre cumple 102 años, pertenece a la familia Zimmermann. Cuenta con tres fábricas: una en Villa Martelli para cocinas, hornos y anafes; otra en Paraná, Entre Ríos, para termotanques a gas, eléctricos, calefones y estufas a gas; y una tercera en Catamarca para lavarropas. Como muchas empresas, Longvie atraviesa momentos difíciles por la pandemia.

El 7 de mayo, había incumplido el pago de un vencimiento de las obligaciones negociables (ON) clase IV, pero finalmente el 22 de ese mismo mes informó a la CNV que logró llegar a un acuerdo con sus acreedores para reestructurar esa deuda, modificando los términos y condiciones del pago de intereses.

En ese momento, la empresa había informado que se había visto fuertemente afectada por la cuarentena, que produjo la paralización casi absoluta de su cadena de distribución y de los canales de venta. Además, Longvie tuvo que cerrar temporalmente sus tres plantas y registró una caída en las ventas, como consecuencia del cierre de los comercios de venta al público.

Desde 2017, la empresa vende también en forma directa por su plataforma virtual, canal que concentró gran parte de sus ventas desde el aislamiento social y preventivo decretado por el Gobierno.

Fue la segunda vez que debió renegociar su deuda con tenedores de ON, ya que a fines de enero de 2019 había logrado otro acuerdo, extendiendo el plazo de vencimiento, la capitalización de una porción de los intereses futuros por encima de un determinado nivel, y el pago del total del capital en una sola cuota al vencimiento, manteniendo el resto de los términos. Pero, por el freno a la producción y a las ventas por la cuarentena, debió llegar a un nuevo acuerdo en mayo pasado.

Además, había logrado también reestructurar su deuda con los bancos en diciembre del año pasado, por más de $ 200 millones. Ahora, apunta a incentivar la producción con el acuerdo con terceras marcas.