El gobierno provincial dispuso la vuelta a clases presenciales en Federal, Villaguay y Feliciano. La decisión se tomó sin consultarles a los integrantes de la comunidad educativa, principalmente a los trabajadores de la educación que son los que conocen la realidad de la escuela pública en la provincia.

El sindicato se expresó en contra de la decisión, en un contexto donde el Covid-19 circula de manera comunitaria y con muchas escuelas que no están en condiciones de aplicar el protocolo que envió el Consejo General de Educación (CGE). La pregunta es ¿es aplicable por las escuelas públicas el protocolo?

La vuelta a clases incluye una partida especial para la adquisición de los elementos de higiene y protección personal de los alumnos y trabajadores de la educación. Hasta el momento las escuelas recibieron poco más de $4.000 a mitad de año, dinero que se gastó ni bien llegó.

En la resolución N°2630 el CGE dispuso un total de $15.132.000 para todas las escuelas de la provincia, lo que representa $77,50 por cada uno de los 195.349 alumnos entrerrianos.

Sin embargo, la queja docente no es infundada: la situación edilicia y sanitaria de las escuelas públicas no se acerca a la realidad que propone el protocolo y no alcanza con el presupuesto para resolver faltantes que son elementales en una situación normal y mucho más agravadas por una pandemia de estas características.

En Paraná las clases presenciales no han vuelto pero todo indica que la voluntad del gobierno es que retornen prontamente. Por eso, el programa televisivo Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral) recorrió cuatro escuelas de distintos puntos de la ciudad para mostrar si están preparadas para cumplir con los cuidados que requiere la situación.

Integrantes de distintas comunidades educativas manifestaron las dificultades para volver a las clases presenciales. Puntualizaron en los problemas sanitarios que ya padecían antes de la pandemia y aseguran que el presupuesto extraordinario asignado para la compra de los elementos del protocolo.

El informe televisivo mostró la escuela Bazán y Bustos del barrio El Sol de Paraná en donde se está en obras en los sanitarios tras la denuncia de Cuestión de Fondo hace dos años en donde se puntualizó en el problema de los baños de dicha institución. En ese edificio funcionan dos escuelas que comparten espacios comunes y en donde también hay un comedor que asiste cada día a más alumnos para llevar alimentos a la casa.
También recorrió la escuela Jorge Newbery, establecimiento que no tiene agua en sus baños hace dos años y las autoridades no han resuelto el problema a pesar del constante reclamo de las autoridades. Algo parecido ocurre en la escuela de Los Constituyentes, en la zona del barrio José Hernández, que cuenta con cuatro aulas menos a las que se les está hundiendo el piso y eso preocupa a la hora de la distribución presencial de los alumnos.

La escuela Enrique Berduc, que funciona en la Escuela Hogar, tampoco escapa a esta realidad. La falta de agua potable para el consumo de alumnos y docentes es uno de los reclamos de las autoridades. A modo de ejemplo, a la escuela le corresponderían $20.000 de presupuesto cuando se decida el reinicio presencial. Durante el 2020 no han recibido ninguna partida para higiene, salvo el aporte de $4.800 a mediados de año respecto a Covid-19. En la escuela Berduc, son los directivos los que pagan el servicio del teléfono y servicio de internet para uso administrativo de las escuelas.