La recuperación y construcción de pozos semisurgentes fue diseñada como un aporte circunstancial, transitorio, menor y necesario solo en momentos en que el sistema de distribución del suministro demande mayores caudales y presiones en las redes.
Un proceso de compra de pañales dejó afuera a proveedores históricos, adjudicó a una empresa no inscripta y se quedó con un contrato estimado en US$450 millones.