Los "canallas" provocaron desmanes en las boleterías donde se vendían entradas

Numerosos hinchas canallas produjeron desmanes ayer al mediodía en la subsede del Cruce Alberdi, apenas media hora después del comienzo de la venta anticipada de entradas para el clásico del domingo entre Central y Newell's, cuando unos cuatro mil centralistas desbordaron totalmente las instalaciones del estadio cubierto auriazul, antes de agotar las populares en seis horas y de recaudar 97 mil pesos.

Una serie de factores confluyeron en los desbordes, entre los que se hallan la información errónea difundida por algunos medios sobre un anticipo de dos horas en el horario de comienzo de la venta de entradas y, fundamentalmente, la falta de previsión y organización de los dirigentes encargados de diagramar la venta de entradas, al extremo que sólo habilitaron dos boleterías en el Cruce Alberdi, aún a sabiendas de que los hinchas auriazules concurren masivamente a buscar su lugar en cada clásico.

Los canallas comenzaron a hacer cola desde las 5 de la mañana, la que se extendió rápidamente, al punto que a media mañana no sólo doblaba desde Catamarca por San Nicolás sino que luego hacía lo propio por Salta.

Cuando apenas hacía media hora que había comenzado la venta, un grupo de hinchas comenzó a provocar desmanes en disconformidad por el tiempo que demoraban los empleados de las dos ventanillas. Primero tiraron y doblaron las vallas de seguridad, luego arrancaron la puerta del acceso a la subsede y por último algunos hasta saltaron las paredes, luego de que los policías y empleados de seguridad fueron totalmente desbordados.

"Se armó lío porque había gente que estuvo haciendo cola desde las 5 ó 6 de la mañana y que creía que la venta empezaba a las 10, como dijeron algunas radios. Entonces a las 12 ya llevaban como cinco o seis horas de espera y algunos rompieron y doblaron las vallas, arrancaron la puerta y saltaron los tapiales", informó el vocal y jefe de prensa canalla, Mario Delogu..

"Seguramente hubo gente interesada en provocar disturbios, pero uno de los principales problemas fue la información que le dijo que la venta empezaba a las 10, entonces la gente ya estaba nerviosa", sostuvo Delogu.

-Más allá de esa posibilidad, ¿por qué sólo abrieron dos ventanillas para atender a cuatro mil hinchas?

-Porque siempre hacemos este dispositivo en los clásicos, pero acá hubo varias causas.

A las 13 cerraron las boleterías ante la posibilidad de ser saqueadas y pasadas las 14 habilitaron la venta en el Gigante de Arroyito, pero también con apenas un par de ventanillas, mientras los policías se pararon en el techo, en vez de custodiar las filas.

En otro pandemonium similar al vivido en el Cruce, miles de hinchas pugnaron por una entrada y se fueron con las manos vacías, mientras los que la conseguían eran subidos por otros que estaban en los techos de las boleterías y la policía corría a algunos con el palo de abollar ideologías, como contaba Mafalda. Este mediodía los encargados de diseñar la venta tienen una segunda oportunidad, la manida revancha que no siempre da el fútbol.

Fuente: Diario La Capital.

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