El norte de Santa Fe es “una gran pista de aterrizaje” para los aviones que traen drogas provenientes de Paraguay, afirmó el juez federal de Reconquista, Virgilio Palud, quien admitió que la zona “está plagada” de lugares aptos para ese tipo de operaciones ilegales. “Aumenta la cantidad de droga, baja la edad de los consumidores y son cada vez más complejos los métodos que usan los narcos para ingresarla en la provincia”, dijo el magistrado, quien intervino en varios casos de detección y secuestro de avionetas con cargamentos de contrabando y narcóticos.
Se estima que en la Argentina ingresan por año más de 1000 vuelos en forma clandestina a lo largo de una frontera de unos 2200 kilómetros, y que el país cuenta con 895 puntos propicios para tocar tierra y bajar cargamentos ilegales, según consta en informes oficiales.
El juez Palud dijo que fue informado sobre la próxima instalación de radares para el control del tráfico aéreo. Se trata de dos de los tres conjuntos de aparatos que España acaba de ceder a la Argentina, en un intento de frenar el ingreso de vuelos ilegales por el nordeste del país.
“Me enteré de que los radares que recibirá el país en las próximas semanas se instalarán uno en Resistencia (Chaco) y otro en Posadas (Misiones)”, señaló. ¿Eso ayudará a controlar el ingreso de aeronaves desde países limítrofes?, preguntó La Nación. "Es un comienzo, pero no es todo", respondió el magistrado.
El gobierno santafecino, por su parte, también reconoció esta realidad cuando ante los legisladores el ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, admitió la existencia de pistas de aterrizaje clandestinas en el Norte y las dificultades para coordinar acciones por el cruce de jurisdicciones (provinciales y federales) y la desconfianza entre los actores.
Desde hace varios años se emplean caminos rurales o directamente campos señalizados con silos bolsas, que las organizaciones de narcotraficantes arrendan a alto precio para asegurarse el aterrizaje, la descarga de la droga, la carga de combustible y despegar para regresar a Paraguay, cuestión que demanda unos 30 minutos.
El 14 de julio pasado, tres paraguayos asaltaron a un piloto de un avión Cessna 172, de cuatro plazas, en el aeródromo de Ceres, 270 kilómetros al noroeste de esta capital, que previamente habían contratado para "reconocimiento de campos" en la zona.
Según pudo establecerse en fuentes cercanas a la investigación, el combustible de que disponía les permitía arribar a territorio paraguayo. Ceres es un punto neurálgico para el sostenimiento de las estructuras delictivas.
Hay 12 pistas clandestinas
A sólo 8 kilómetros al norte de esa ciudad se ingresa en la provincia de Santiago del Estero, donde, según se detectó a fines del año pasado, las organizaciones criminales operaban en 12 pistas clandestinas. Justamente por allí cruza la ruta nacional 34, que une Rosario con Jujuy, y todo el norte santafecino está conectado con la ruta 17, que enlaza otras que conectan con territorio chaqueño.
El juez federal Palud explicó, en otras ocasiones, que el norte de esta provincia es "una gran pista de aterrizaje, porque está plagado de lugares para que pequeñas avionetas aterricen, bajen su carga y levanten vuelo para refugiarse en sus hangares".
"Las avionetas provienen de Paraguay y la droga que traen es, generalmente, picadura de marihuana", añadió. "Si usted quiere armar una pista de aterrizaje no le hacen falta más de 500 metros", apuntó Palud.
El magistrado había señalado que "para terminar con el narcotráfico hay que habilitar por ley el derribo de los aviones", y citó el caso de Brasil, donde una norma de este tenor "redujo prácticamente a cero los vuelos clandestinos en el territorio".
Añadió que "los delincuentes se burlan de los operativos policiales. Como hay cientos de pistas donde aterrizar, van cambiando de acuerdo con cómo vienen las investigaciones", apuntó.
Fuentes policiales reconocen que "el tema es el paralelo 28 (límite entre las provincias de Chaco y Santa Fe). La Florencia (departamento General Obligado) es una ciudad muy importante para las organizaciones del narcotráfico".
"En ese punto arrojan la carga como bultos en la zona de islas y después la empiezan a bajar por ruta", señalaron.
Aterrizaje de emergencia
El último operativo se registró en jurisdicción de Tostado, donde una aeronave debió efectuar un aterrizaje de emergencia. "El piloto (del avión) continúa detenido", explicó el juez Palud.
No pudo ocultar que "esta práctica del narcotráfico es permanente. Lo que sucede es que no estamos en condiciones operativas para actuar. En el norte de Santa Fe, si usted tiene 500 metros limpios de terreno, hace aterrizar un avión de pequeñas dimensiones con drogas o mercaderías de contrabando", concluyó el magistrado federal.