Se estima que los trabajos demandarán dos años, y para garantizar el dictado de las clases, se dispuso la construcción de ocho aulas provisorias hechas con yeso, donde funcionaba el Salón de Actos.

Leandro Gillig, presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Humanidades, manifestó su disconformidad con esta medida: “No estamos de acuerdo con la decisión que tomaron las autoridades de armar aulas con placas de durlock. Es una solución que a ellos les sale más barato, pero para nosotros es sumamente incómodo, ya que se escucha de un lado a otro y es difícil dar clases así”.

Asimismo, expresó su malestar por la disposición de trasladar algunas cátedras hacia otros edificios. “Se está hablando mudar Psicología al Colegio Nacional, y a algunos profesorados llevarlos a la escuela Alberdi, en Oro Verde, lo que nos perjudica porque tenemos que ir hasta allá y eso supone un gasto”, señaló.

Gillig invitó a sumarse “a todos los centros de estudiantes, agrupaciones y compañeros que apoyen esta iniciativa, ya que tenemos derecho a asistir a la Universidad en condiciones dignas. Hay muchos profesores que no quieren dar clases así”.

La reunión será esta tarde, a las 18, en la Plaza del Bombero, donde se definirán las acciones para dar curso al reclamo de los alumnos.

La escuela Normal alberga a alumnos de todos los niveles, desde el Inicial hasta el Universitario. Leandro Gillig aseguró que “solo en el nivel Universitario hay más de 5.000 alumnos”. Por su parte, Gabriela Coronel, secretaria de la Escuela Normal, indicó: “Las obras se seguirán realizando y están garantizadas las condiciones edilicias para iniciar el ciclo lectivo. La escuela está limpia y se dispone de aulas suficientes”.

Además de la preocupación que mantienen alumnos de la Uader por las condiciones edilicias de la escuela Normal, Leandro Gillig indicó a diario Uno que “en la última reunión del Consejo Superior se informó que el suelo del terreno donde se edificará la nueva sede de la Uader no es apto para realizar construcciones, por lo que se retrasaría la ejecución de la obra. Pedimos que se vea de manera urgente esta situación, ya que esto nos perjudica a los estudiantes”.

Desde el Rectorado de la Uader desmintieron esta información, aclarando que en realidad “hay que hacer tareas de compactación del terreno, que está relleno con sedimentos y basura, pero el proyecto para la construcción del nuevo edificio sigue su curso”.

“Hay que hacer movimientos de suelo para la tierra tenga un determinado nivel de resistencia para empezar a construir. Seguramente habrá que revisar el presupuesto para estos nuevos requerimientos”, señalaron.

La construcción del nuevo campus universitario de la Uader se planificó en un predio de ocho hectáreas, ubicadas entre las calles Sarobe, General Espejo y El Paracao, en la zona sudoeste de Paraná. Allí tendrán su sede las facultades de Ciencias de la Vida y la Salud, Ciencias de la Gestión y Humanidades, Artes y Ciencias Sociales, que hoy funcionan en edificios prestados. También se construirá una residencia y un polideportivo.