El partido tuvo un inicio apático, de estudio por parte de ambos equipos, y casi sin visita a campo contrario. Pero con el correr de los minutos, el Decano intentó ser el dueño del mismo con Alzugaray como controlador de la pelota pero no pudo desequilibrar por izquierda ante la marca pegadiza y efectiva de Luque que fue prácticamente impasable.
Bianchini, que debería ser el socio de Licha para armar juego, otra vez fue intrascendente ya que tomó poco contacto con el esférico y, así, Paraná no tuvo peso ofensivo. Solo Chitero buscó por todo el frente de ataque, desequilibró en algunas jugadas y fue quien tuvo un par de ocasiones para abrir el marcador; en tanto Silva peleó con los defensores rivales para ganar en el área pero no logró prevalecer.
Por su parte, Tiro Federal no se desesperó, mantuvo su línea de tres en el fondo, ofreció mayor resistencia en el medio y cuando tuvo la pelota la manejó con criterio en los pies de Saucedo, Acosta y Orsini, complicando así a la defensa Rojiblanca que no se mostró firme y de arriba siempre le ganó el local.
El elenco visitante ejerció cierto predominio hasta que todo se dio vuelta. De un error garrafal del árbitro Álvarez empezó la levantada de Tiro. Cerca del área visitante sancionó una falta inexistente de Dri, y el tiro libre fue excelentemente ejecutado por Saucedo para abrir la cuenta a los 33 minutos.
Fue un golpe bajo que dejó sin reacción a Paraná. Más tarde, a los 40’, recibió otro mazazo cuando Silvio Acosta le ganó en lo alto a Galli y Lencioni por el segundo palo, y de cabeza marcó el segundo para irse al descanso con una diferencia tranquilizadora para ellos e impensada para los paranaenses.
El segundo tiempo fue todo del dueño de casa, sobre todo a partir de la expulsión de Dri a los tres minutos. Después, el DT del elenco paranaense decidió mandar a la cancha a un defensor (Sosa) por un delantero (Silva) para reordenar la línea de cuatro atrás y jugar con un solo punta. Pero ello no le dio resultado en absoluto.
Tiro aprovechó al máximo ese hombre de más que tuvo porque hizo circular la pelota por todo el ancho de la cancha con un Saucedo inspirado e intratable que manejó los hilos de su equipo y amplió diferencias en el marcador siendo contundente frente al arquero Vergara, quien fue el único que se salvó del aplazó en Paraná. Este jugador fue quien coronó una bonita jugada de ataque iniciada por él, hizo pared con Acosta quien metió un centro preciso y el mejor jugador de la noche concretó el tercero de cabeza.
Allí se desmoronó por completo el Decano, se vio abatido, sin fuerzas anímicas y sin respuestas futbolísticas para intentar acortar diferencias. La impotencia se notó en los futbolistas del Gato y por momentos tuvieron que recurrir a las faltas para frenar a los contrarios.
Y producto de una clara infracción dentro del área de Sosa a Miranda, llegó el cuarto gol desde los 12 pasos, que el propio Miranda se encargó de convertir. Desde ese momento y hasta el final, Tiro se floreó, fue toque y toque, el ole y los aplausos bajaron de las tribunas, y así al Gato se lo notó con impotencia, sin recuperar la pelota en el medio, sufriendo atrás en cada avance y en ofensiva solamente intentó Alzugaray en dos maniobras individuales.
El partido estaba definido y solamente había que esperar el pitazo final del mal árbitro Álvarez para ser testigos de la peor pesadilla que vivió Atlético Paraná en el campeonato, consigna El Diario.