Previo al pedido realizado por la Presidenta el pasado 2 de abril, acerca de que en cada escuela un aula lleve el nombre de un ex combatiente a modo de honrar la memoria de quienes participaron en la gesta de 1982, desde el Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas ya había comenzado a generarse la idea de concretar esta reivindicación en la escuela Nº 200 Soldados de Malvinas, situada en el barrio Paraná XVI.

Originalmente este proyecto se llevaría a cabo en el mes de junio, pero los plazos se extendieron y recién podrá concretarse el próximo año, en coincidencia con la conmemoración del 30º aniversario de esta proeza histórica.

“La idea es ponerle el nombre de caídos en Malvinas a dos aulas, y al resto de ellas con nombres de veteranos de guerra que recibirán un homenaje en vida”, puntualizó.

En este marco, precisó: “Estamos trabajando además en otras escuelas, entre ellas Héroes de Malvinas en barrio Paraná V; y hay también un establecimiento educativo en María Grande, donde se le quiere cambiar el nombre por uno que haga honor a la gesta de 1982”.

“En este momento en Paraná no hay ninguna escuela y todavía ningún aula que lleve el nombre de un ex combatiente, pero el año que viene queremos revertir esta situación”, aclaró Benítez.

Por su parte, la vicedirectora del establecimiento Soldados de Malvinas, Emma Bonnet, indicó que “esta es una intención que tenemos en conjunto con el Centro de Veteranos de Malvinas, ya que en concordancia con el nombre del establecimiento también entendemos que debe haber también aulas lleven el nombre de soldados que entregaron su vida en este conflicto bélico”.

La escuela, a la que concurren alrededor de 800 alumnos de primero a sexto año en los dos turnos, recibió la denominación Soldados de Malvinas en 1987, por una iniciativa propuesta por la misma gente del barrio.

En ella, cada 2 de abril se realiza una conmemoración especial, con un acto que incluye la presencia de los representantes de los veteranos de Malvinas.

De esta manera la institución brinda un homenaje en vida y procura que los alumnos conozcan a quienes formaron parte de este histórico acontecimiento, en el que perdieron la vida 34 entrerrianos de diferentes puntos de la provincia.

En Paraná fueron aproximadamente 150 los sobrevivientes, que debieron sobreponerse luego a la indiferencia de una gran parte de la sociedad y luchar durante años por el reconocimientos de sus derechos y porque el Estado les garantice una asistencia, tanto económica como en materia de salud.

La realidad de los veteranos y un homenaje que se retrasa

La guerra comenzó el 2 de abril de 1982, con el desembarco de 5.000 efectivos en Puerto Argentino, en las Islas Malvinas, cuyo dominio aún conserva Gran Bretaña.

La contienda duró hasta el 14 de junio. El saldo fue de 649 argentinos muertos, y a esta cifra hay que sumarle las 400 vidas que se perdieron luego como consecuencia de las secuelas generadas tras el conflicto.

Los efectos sociales que han padecido muchos ex combatientes los han llevado al suicidio, la depresión, y otras situaciones de las que sin un adecuado tratamiento resulta difícil sobreponerse.

En este sentido, Jorge Benítez señaló que “hay muchos de nuestros compañeros que en la actualidad sufren los efectos del alcoholismo y del tabaquismo, y todo esto está asociado a una descontención psicológica que padecemos quienes vivimos la guerra. La parte de la salud es lo que más nos preocupa”.

En cuanto a la situación económica de los veteranos, Benítez expresó que “en Entre Ríos por suerte no estamos postergados en cuanto a las pensiones que percibimos, tanto a nivel nacional como provincial, y en esto estamos conformes”.

Los 34 entrerrianos fallecidos en Malvinas

La idea de que cada escuela tenga un aula que lleve el nombre de un ex combatiente se pondrá en práctica en 2012, con la iniciativa de la escuela “Soldados de Malvinas”.

Entre quienes se cuentan en la lista de fallecidos, están Miguel Pascual y Carlos Villa, de La Paz; Raúl Dimotta, Sergio Iselli y Carlos Mosto, de Gualeguaychú; Adolfo Cabrera, Jorge Sendros, Antonio Lima, Antonio González, Alejandro Dachari y Julio Sánchez, de Concordia; Sergio García y Elbio Araujo, de Colón; Oscar Labalta, de Concepción del Uruguay; Julio Benítez y Héctor Caballero de Basavilbaso, Guido Marizza, de San Benito; Juan José Falconier y Danilo Bolzán, de Crespo, Juan Bernhardt, de Rosario del Tala, Carlos Pereyra, de Maciá; Delis Brounchoud, de San José; Gerardo Pereyra, Sergio Zárate, Jorge Baiud y Miguel Giménez, de Paraná; César Zapata, de Federal; Humberto Giorgi , de Ibicuy, Juan Turano, de Victoria, Luis Gianotti, de Oro Verde; Héctor Correa , de Gualeguay; Julio Monzón, de Nogoyá; Carlos Figueroa, que si bien no era entrerriano sus padres eran oriundos de Rosario del Tala, y Francisco Luna que vivió gran parte de su vida en Paraná, publicó Uno.