Bachetti consideró que “allá -en el infierno-, se encontrarán para seguir haciendo de las suyas”. Agregó que hubiese preferido que continúen con vida, “porque callaron los nombres de muchos compañeros en ese pacto de silencio”. Además, se encontrarán “al ideólogo del plan de la última dictadura y quien fuera el ministro de Economía de facto, Alfredo Martínez de Hoz, ya que el verdadero objetivo que tenían era apoderarse de la economía”.
“Se llevaron muchos secretos. No obstante, en estos últimos años se logró algo de Justicia. Por ejemplo, hay mucha gente que adoptó de buena fe en ese momento” y que hoy permitió a sus hijos adoptivos recuperar su verdadera identidad. “Hubo otra gente que guardó secretos, pero que de a poco fue perdiendo el miedo y da datos que sirven a la justicia. Así se han develado cosas muy importantes como enterramientos clandestinos”.
Ante la pregunta de qué sintió cuando se anotició de la muerte del principal ejecutor de la dictadura más sangrienta que sufrió Argentina, Bachetti consideró: “Como cristiano, a nadie se le desea la muerte. Yo quería que sigan vivos para que tengan cárcel común, porque ellos sí que fueron juzgados con todas las garantías de la democracia. Tuvieron sus abogados defensores” y fueron sometidos a un proceso con todas las precauciones, “no como nosotros”. “Acá no hay ningún sentimiento de revanchismo”, insistió y recordó: “Cuántos años nos cruzamos con ellos en las calles de Paraná y nos encontramos en los tribunales. Eso era frecuente. Quizá lo que pueda reprochar vaya más vinculado a la Justicia que fue lenta y que le faltó premura. Pero eso también tiene mucho que ver con las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, porque ahí fue cuando se interrumpieron los procesos”, completó.