“Este tipo de amenazas nos remontan a otros tiempos de pleno autoritarismo, no sólo en Uruguay, sino en toda nuestra región, al intentar callar el reclamo de toda una comunidad ahora de carácter internacional, argentina, brasileña y uruguaya”, sostuvo el intendente electo de Gualeguaychú, Juan José Bahillo, quien se mostró “sorprendido” por los dichos de la ministra del Interior de Uruguay, Daysi Tourné, que informó que no se permitirían más manifestaciones contra las pasteras en territorio oriental.
“Pensé que en el Uruguay existía plena libertad para quien quisiera manifestarse y me parece que si prospera la idea de prohibir que asambleístas continúen reuniéndose en el país vecino le estarían echando más leña al fuego. Lejos está del pensamiento de los que defienden la vida, nada más y nada menos, provocar con este tipo de encuentros al gobierno del país vecino como ha expresado la funcionaria. Si ese seguirá siendo el marco futuro de la convivencia democrática, estaríamos frente a una nueva manifestación equivocada por parte del Uruguay en consonancia con su terca posición de no ceder ante la invasión de Botnia, a quien si se le brindó plena libertad para que se instale y someta a toda una vasta región”, añadió Bahillo en un comunicado.
En relación a las expresiones del intendente de Colonia, Walter Zimmer -quien calificó a los asambleístas de “piqueteros” y se quejó porque “cruzan libremente a decir que hay que hacer cuando están los puentes bloqueados”-, Bahillo expresó: “Es extraño que todavía representantes del pueblo uruguayo no sepan diferenciar a piqueteros de quienes defienden la vida y el futuro de sus hijos y nietos. Es lamentable que el Frente Grande uruguayo con una historia de lucha de tantos años frente a quienes ejercieron el autoritarismo en ese país, hoy pretendan pagar con la misma moneda a quienes, de manera pacífica, sólo quieren hacer llegar la voz ante el peligro inminente por la instalación de Botnia, verdadero enemigo en esta controversia”.
“Si acá hay alguien que faltó el respeto es la empresa, en complicidad con el gobierno uruguayo al autorizar su instalación y regalando parte de su soberanía y no nuestra gente que pretende vivir con tranquilidad y en paz con los hermanos de la República Oriental del Uruguay”, concluyó Bahillo.