Antes de los tres minutos, el Xeneize ya había gestado dos situaciones claras de gol, pero Martín Palermo tuvo floja puntería en sendos cabezazos. Con la premisa de abrir la cancha, con buenas participaciones de Mouche, Monzón y Clemente Rodríguez, el local cargó de centros el área de los visitantes, que apostaban todas sus fichas a una corrida de Tonso o Falsone, ambos de flojo nivel y nula capacidad para aguantar el balón.
Tras unos minutos de respiro para los visitantes, Boca volvió a ir a fondo en el último cuarto de hora. Chávez remató al travesaño y en el ataque siguiente Schiavi se arrojó en el área con las manos extendidas, la pelota impactó en ellas y Abal sancionó penal.: Palermo remató al palo izquierdo, pero Peratta adivinó y detuvo con maestría. Luego sólo quedó tiempo para que el atacante se comiera un gol cantado, con el arco desguarnecido, tras una floja salida del arquero.
En el comienzo del segundo tiempo, Boca sacó la ventaja que merecía. A los cinco minutos, tras un centro desde la izquierda fallaron increíblemente los tres centrales de Newell’s, Palermo quedó solo en el punto penal y con un tiro alto, que antes de entrar pegó en el travesaño, venció a Peratta.
Con la ventaja cambió el ritmo de partido, porque el dueño de casa no fue con la insistencia de antes y porque Newell’s no lograba hacerle frente en la mitad. Sólo sobre el final la visita llegó con algo de peligro, pero entre la falta de definición y alguna ayudita de Abal la chance de los rosarinos de hacerse del empate fue pura utopía.