Tras la intervención del Consejo, se procedió a que los menores volviesen con sus madres, ya que desde la institución remarcan que buscan “como primera iniciativa que el menor no trabaje más, que pare en el momento”. Luego de realizar los trámites pertinentes se busca que “vaya a su casa para devolverlo a su lugar de origen”, aseguró Estévez.
En este sentido, el funcionario puntualizó, en diálogo con Diario Río Uruguay, que sólo los menores que tengan los 16 años y cuenten con una autorización de los padres pueden trabajar en una quinta arandanera. E indicó que “esa autorización tiene que estar visada por la Secretaria de Trabajo de la provincia, tras lo cual se arma un expediente” de seguimiento.
Asimismo, el asesor legal del Copnaf recordó que tuvieron “casos en Concordia donde nos tuvimos que interrelacionar con las Embajadas”, aclarando que “nos pasa durante todo el año, no sólo en esta época”.
Por último, y dando como ejemplo un procedimiento, realizado hace unos tres meses atrás, en conjunto con la coordinadora Copnaf de Concepción del Uruguay, “por unos chicos que se encontraban trabajando cerca de esa ciudad en lo que es la madera”, dijo Estévez. A la vez, insistió que “durante todo el año parecen este tipo de situaciones”.