Boca rescató un buen empate en el José Amalfitani por el contexto en el que tuvo que asumir el partido, 48 horas después de haber librado una verdadera batalla bajo la lluvia ante Atlético Paranaense de Brasil por la Copa Libertadores, mientras que Vélez tuvo una semana sin ningún compromiso y esa ventaja física fue la que le permitió dominar en el segundo tiempo.
Esa situación cambiará para el partido de este jueves, ya que Boca llegará con mejor estado físico, aunque con bajas sensibles como la de Ramón Wanchope Ábila, quien sufrió un desgarro que lo marginó por lo que resta del semestre, algo que también le había sucedido a Emanuel Reynoso, con un esguince de rodilla sufrido hace 12 días.
Además, el delantero de punta titular, el capitán Darío Benedetto, padece una fuerte molestia en el aductor de su pierna derecha que ya lo dejó afuera del partido del domingo en Liniers y que lo mantiene en duda para el que jugarán en La Boca.
Boca asumirá el partido con su defensa titular, más Nahitan Nández e Iván Marcone en el mediocampo, Mauro Zárate, Cristian Pavón y el regreso del colombiano Sebastián Villa (en lugar del juvenil Franco Capaldo) en la zona de ataque, y la incógnita es saber si jugará el Pipa Benedetto o bien lo hará Carlos Tevez como 9.
En Vélez, el entrenador Gabriel Heinze aún no resolvió por quién entrará Lucas Robertone, ausente en el cruce de ida luego de haber sido expulsado en el compromiso de octavos de final ante Lanús (2-0), la semana anterior.
El entrenador velezano tiene decidido que Robertone ingrese en la mitad de la cancha, y los candidatos a salir son Matías Vargas y Thiago Almada, aunque no lo confirmó en ningún ensayo.
Boca y Vélez irán en busca de un semifinalista y en el caso de un nuevo empate sin goles deberán recurrir a una definición por penales. El ganador del cruce jugará el domingo frente a Gimnasia y Esgrima o Argentinos Juniors, que se enfrentarán un rato antes, después de empatar en cero en el encuentro de ida.