Herrera relató detalles del ilícito que involucra al laboratorio. “Esta empresa se dedicaba de una forma comercial a vacunar a los menores. Los responsables del proyecto cobraban por cada aplicación a los bebés. Era una red que llevaba a cabo todo este mecanismo”, explicó en una entrevista que se le realizó en C5N.
“En este procedimiento intervinieron médicos, enfermeros y asistentes sociales, quienes estaban pendientes y a la pesca de todos los bebés que nacían en hospitales públicos. Engañaban a los padres y se llevaban a los chicos diciéndoles que había que ponerles una vacuna, pero no les avisaban en qué consistía esa vacuna”, remarcó el letrado.
Una de las damnificadas fue la familia Medina, cuyo caso lleva a cabo el abogado. Herrera relató que la medicación le fue colocada al niño en un momento en que padecía neumonía, lo que provocó graves complicaciones en su salud.
Pero es posible que haya más personas afectadas por las pruebas del laboratorio. Para el abogado, “hay casos de bebés que murieron por la aplicación de la vacuna y no fueron denunciados”.