El amo absoluto de la tarde fue el equipo que dirige Gabriel Schurrer, más allá de un cabezazo desviado de Javier Cámpora en el arranque. El dueño de casa marcó una superioridad notable sobre el rival y se fue a los vestuarios con tres goles de diferencia en el marcador.

La apertura llegó a los 11 minutos, con un derechazo desde afuera de Diego Valeri. El mediocampista, que se había perdido un gol increíble al rematar muy mal de zurda cuando estaba solo frente a Gastón Monzón, venció la resistencia de un arquero que volvió a tener responsabilidad.

Con la ventaja, las cosas se le hicieron todavía mucho más fáciles al local. Antes del tanto también había tenido un mano a mano de Mauro Camoranesi, que detuvo el guardameta, y luego pudo haber estirado la diferencia con un intento de César Carranza, que impidió el número 22.

Finalmente, la resistencia volvió a caer a los 32 minutos. Todo nació de una gran jugada colectiva que encabezó Guido Pizarro, con una pared que construyó junto a Carranza, y el toque al medio ante la salida de Monzón para que Silvio Romero sólo tuviera que empujarla a la red.

A dos del cierre de la etapa inicial, y cuando parecía que ya no le quedaban emociones al primer capítulo, el desconcierto de Huracán le abrió las puertas a la goleada. Esta vez Carranza desbordó por la izquierda y encontró sin marcas a Pizarro, quien definió sin ningún problema, señala TyC Sports.

El complemento estuvo de más: Lanús bajó el ritmo y el Globo nunca reaccionó. Los de Roberto Pompei, que tras el cabezazo de Cámpora sólo preocuparon con un disparo de Gastón Machín, pudieron haber descontado con un par del ingresado Rolando Zárate y otra de Darío Soplán.

Con la historia liquidada, el Granate tuvo algunas situaciones para decorar un poco más el resultado. Entre el también ingresado Mario Regueiro, Carranza y Valeri contaron con chances claras, pero por Monzón y algo de displicencia no pudieron mover el marcador con el que se cerró la tarde.