El titular de la Oficina de Asistencia a la Víctima dependiente de la Secretaría de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Walter Carballo, informó que la última pista investigada para tratar de dar con el paradero de Fernanda Aguirre, la nena de 13 años desaparecida el domingo en San Benito, es la que dieron unos chicos del lugar “que dijeron que vieron a la nena ayer en un campo y parecían testimonios veraces, así que se comenzó un rastrillaje en la zona”, aunque lamentó que los resultados no hayan sido positivos. En ese orden, confirmó que la empresa Telecom dio a conocer los informes telefónicos que determinaron que los llamados que se efectuaron el domingo se hicieron desde un teléfono público cercano a la zona en donde se concretó el pago del rescate pedido por los captores, salvo el último, que se realizó desde Paraná.

Se refirió al trabajo que están realizando en San Benito para tratar de dar con el paradero de Fernanda Aguirre, la nena de 13 años desaparecida el domingo en San Benito y destacó: “Este tema tiene un dato de inicio, que hay que aclarar sin echarle la culpa a alguien, que es que las primeras horas son fundamentales para esclarecer un hecho y aquí los padres por temor quizá, de que se amenace la vida de la nena, no dieron informe a la Policía desde el principio del hecho”. En ese orden, resaltó que la Secretaría de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos empezó a investigar el hecho desde que tomó conocimiento.

Relató en declaraciones realizadas a Radio Uno de Paraná, que los hechos se sucedieron el domingo “cuando una vecina le pidió flores a la nena alrededor de las 15.30 y ahí ella fue a la despensa del padre, pero como no tenía fue al puesto de flores de la madre y le pidió que la lleve hasta su casa, pero ella le dijo que la miraba y a mitad de camino desapareció. Esto fue alrededor de las 16 y el primer llamado se produjo a las 19”, al tiempo que acotó que “alrededor de las 21 fue el pago del rescate y recién a las 23 tomó conocimiento la Policía provincial”.

En tal sentido, reiteró que “las primeras horas son importantes, porque la Policía no tomó conocimiento y a lo mejor si hubiera sucedido diferente podríamos haber tenido un hilo conductor para investigar”.

Más adelante, insistió que “no se le puede reprochar a los padres por no haber avisado antes”, añadiendo que “desde que realizaron la denuncia se comenzó a recolectar datos con gente de la zona y comenzó la búsqueda”. “Ahora ya se la busca a partir de todo tipo de pistas que llegan, chequeándolas y organizando operativos, pero a medida que van pasando las horas se va complicando”.

Asimismo, indicó que “si va saliendo en los medios también va dando la posibilidad que si alguien vio algo se acerque y lo diga, pero bueno, se sigue investigando de todas maneras”.

Destacó el trabajo que está llevando a cabo la Policía. “Hay policías que no duermen desde hace tres días y primero se trabajó sobre la línea de una desaparición, pero después, cuando se estuvo seguro que se trata de un hecho de secuestro extorsivo, el caso pasó a la Justicia Federal y está trabajando en forma mancomunada la Policía Federal y la provincial”.

Por último, precisó que “los informes de Telecom llegaron y se chequeó que los llamados del domingo fueron desde un teléfono público desde la zona adonde se pagó el rescate”, por este motivo opinó que “queda una esperanza de que llamen, porque hubo una llamada el lunes, posterior a que se pagó el rescate, y este último llamado fue para decir que ya la habían liberado y por eso se comenzó a buscar en la zona de San Benito y no por otra cosa, porque en realidad podría estar en cualquier parte”, concluyó.