Los magistrados dieron una breve explicación de los fundamentos antes de dar el veredicto. En ese marco, condenaron a Pedraza y Fernández, su segundo en el sindicato, a 15 años de prisión. Favale y Sánchez, ambos considerados los tiradores, fueron penados a 18 años de prisión junto al delegado ferroviario Díaz. Los tres fueron sindicados como coautores.
En tanto, Claudio Gustavo Alcorcel, acusado de reclutar a la patota sindical, pasará ocho años en prisión. Otros dos condenados a 11 años de reclusión fueron Jorge Daniel González y Francisco Salvador Pipitó, miembros de esa patota.
La lectura de la sentencia tuvo que ser interrumpida por incidentes dentro de la sala. Los jueces decidieron desalojarla y pasaron a cuarto intermedio. Apenas llegó a decir el titular del tribunal que los comisarios Mansilla y Raúl Ferreyra fueron condenados a diez años de prisión por ser considerados partícipes necesarios, publicó Infobae.
Tras el desalojo, se retomó la lectura. Absolvieron a los dos ferroviarios acusados de esconder las armas, Guillermo Armando Uño y Juan Carlos Pérez, y al policía Rolando César Garay. En tanto, el camarógrafo policial David Ismael Villalba fue inhabilitado y condenado a pagar 12.500 pesos de multa.
Por último, el comisario Hugo Ernesto Lompizano y los policías Gastón Maximiliano, Ezequiel Conti y Luis Alberto Echavarría fueron sentenciados a dos años de prisión por incumplimiento de los deberes de funcionario público. No obstante, en esos casos la sentencia será de ejecución condicional.
Palabras finales
La jornada comenzó con la declaración final de los acusados que eligieron ejercer ese derecho. El que más llamó la atención fue Pedraza, imputado por instigar el asesinato. Dirigiéndose a la madre del militante fallecido, sentenció: "Yo jamás promoví, imaginé ni tuve absolutamente nada que ver con el desgraciado crimen de su hijo". Pero inmediatamente se preguntó si los 5 millones de pesos de indemnización que le reclaman deberá aportarlos él solo o todos los acusados.
Luego lamentó que "la bandera de Justicia para Ferreyra se haya convertido en una miserable bandera de perpetua para Pedraza". Y llegó a aseverar: "La bala que rozó el corazón de (Néstor) Kirchner también rozó el de todos los ferroviarios, en particular el mío". En tanto, el barrabrava Favale y el ferroviario Sánchez, acusados de ser los autores de los disparos, también se declararon "inocentes".