Más allá de estas precipitaciones, el especialista en climatología afirmó que “el maíz se fue al descenso” en la presente campaña y sugirió que en el caso de la soja habrá que ver cómo es el impacto de las próximas lluvias sobre los cultivos para definir los volúmenes de la próxima cosecha.
“Por suerte -dijo Sierra- vemos dos frentes (de tormenta) que vienen, esta semana uno y otro la próxima, que aparentemente traerían el agua para contener el daño” provocado hasta ahora por la seca.
El especialista afirmó que las primeras precipitaciones serán “desparejas, desde los 10 a 100 milímetros, y hasta granizo, porque viene con tormenta” y explicó que en la semana del 15 al 21 “habrá un frente todavía mejor con lluvias más generales”.
Aclaró que este segundo frente sería el que le reportaría lluvia a áreas hoy secas como las del sur de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba y consignó además que “las lluvias buenas llegan en febrero”.
Más allá de esta perspectiva, Sierra reconoció que la situación climática coloca a la Argentina “al borde del desastre” y consideró que por el cambio climático global, América del Sur “presenta una oscilación que se cumple en tres años”.
“Se tiene un año bueno o muy bueno que es de ‘El Niño’, ocurre con el calentamiento del Pacífico y que provee de campañas como las del 2006-2007 y 2009-2010. Con cosechas de récord a óptimas”, explicó.
Y agregó: “Luego viene ‘La Niña’, que es un enfriamiento como respuesta natural, con una cosecha regular y luego viene el tercer año de la oscilación, como en 2008-2009, que es una segunda ‘La Niña’, cuya cosecha es un desastre”.
“Por ello, ahora jugamos para no irnos al descenso. Hoy se sembró mucho maíz, aún con esta perspectiva que era mala, en un año que se sabía, no era maicero. El maíz se fue al descenso y estamos en un desastre muy grande”, refirió.
Sierra aseguró que en el caso de la soja “aún no sabemos” y estimó: “Habrá que ver qué sucede en volumen y precio, y también que ocurre con Brasil, ya que en Río Grande do Sul también tienen sequía”, publicó El Liberal.