Ofensivas largas por ambos lados fueron provocadas por fuertes defensas, lo que obligó tanto a Echagüe como a Estudiantes a pasarse bien la bola en busca de la mejor opción, situación que poco a poco fue quedando en el olvido, sobre todo cuando la visita se encontró con rápidos ataques ante el buen movimiento Aaron Williams, con su tiro desde el poste alto, como de Andrés Landoni o Sergio Ravina, penetrando.
Un interesante parcial de 10-4 expresó el buen inicio de juego de los paranaenses, que sólo recibieron puntos de Lee Roberts. La segunda mitad del primer cuarto siguió mostrando lo mismo. Por un lado, el AEC apostando a su juego interno (5/8 en dobles) y por el otro a Estudiantes, con su foráneo como principal arma de gol, la cual le sirvió para mantenerse cerca y no hacer tan dramático el 0/4 desde los 6.75 metros que lanzó.
La primera prueba desde afuera fue efectiva. Ravina clavó una bomba para darle cinco puntos de distancia a los de la capital entrerriana (17-12). En su mejor momento, después de una volcada de Roberts, el partido estuvo unos minutos detenido, a falta de 2.11, por un inconveniente en el aro. Hubo que cambiar el mismo y esto demoró 25 minutos. El parate le vino como anillo al dedo al dueño de casa que con su intratable norteamericano, autor de 17 de los 19 tantos de su equipo, se fue al primer descanso al frente.
Estudiantes continuó marrando, siempre que no la tocó Roberts, y Echagüe aguantó el partido, intentó sin suerte de tres con Ravina y con Uranga Jr. y Kevin Hernández tuvo una pintura más agresiva. Pero la falta de gol, como en otras presentaciones, volvió a ser todo un tema. Y encima Pablo Moya y Eduardo Gamboa ajustaron un poco su puntería, al menos, para que el local se aleje 27-21.
El retorno de Williams al parqué llegó con soluciones para vulnerar el cesto (29-27 abajo). Hernán Lagisnestra cerró el segundo chico sin su figura, y fue Gamboa quien se hizo cargo de anotar. Sin embargo, toda la ovación se la llevó Matías Fioretti, con una increíble conversión desde atrás de la mitad de cancha, para terminar los 20 minutos iniciales: Estudiantes 38-Echagüe 29.
Segundo tiempo
Los concordienses empezaron con todo el tercer periodo, con un parcial de 8 a 1 producto de una mejor efectividad y un reparto en el goleo, lo que le dio la chance de sacar 16 unidades de ventaja (46-30).
Libres marrados, bandejas pasadas, segundas opciones despilfarradas. A Echagüe le siguió dando vida el hecho de que Estudiantes volvió a transitar por un mal momento en ataque. Pero esto fue breve y en un abrir y cerrar de ojos, con dos triples (uno de Gamboa y otro de Monjes), el local estiró a 20 su ventaja (54-34). Uranga probó variantes y nada. Sólo una mínima mejoría que sirvió para achicar.
Llegaron los 10 minutos finales y la tendencia se mantuvo. Reaccionar fue imposible y no hubo nada que hacer. Un 19/54 en cancha (2/14 en triples), 10/19 en libres. Pobre, muy pobre para aspirar a un triunfo, sobre todo, en reducto ajeno, señala El Diario.