Ante el inminente lanzamiento de su libro, el periodista Gonzalo Álvarez Guerrero -uno de los autores, junto a Darío Gallo- comentó que les “llevó cuatro años realizar El Coti, el dueño de todos los secretos, y que “en él hay muchas revelaciones” entre las que se cuenta la incidencia de Enrique Coti Nosiglia en torno al voto del ex diputado provincial Félix Del Real (PJ-Colón) en contra del juicio político que se seguía al entonces gobernador de Entre Ríos, Sergio Montiel (UCR). Además, consideró que “se dedicó más a hacer negocios para la política, que hacer política para la gente”, y afirmó que “es muy difícil saber su patrimonio real” -que estimó no menor a los 20 millones de dólares- ya que según el informe de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) “no tiene casi nada a su nombre”.

Álvarez Guerrero comentó en declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda emitido por Radio Del Plata Paraná que la idea de realizar el libro, que consta de 24 capítulos, surgió “sobretodo por una cuestión de curiosidad, para saber hasta dónde llegaba realmente su poder”, porque “en el período en que finalizaba el gobierno menemista y surgía la Alianza, cada vez que en la revista Noticias se hacía una nota aparecía el nombre de Enrique Coti Nosiglia vinculado de alguna forma a cada operación y cada componenda política que había”.

Además, dijo que “llevó cuatro años realizar el libro y en él hay muchas revelaciones”, y destacó que personalmente le “sorprendió” que se trata “de una forma de contar los años ´80 en el país, ya que gran parte de las explicaciones del fracaso de la política argentina hay que buscarlas en el comienzo de esos años y de la democracia, y en eso el Coti es el personaje más fuerte y más acabado para dibujar esa frustración”. Según el periodista, Nosiglia “es el representante -junto (al empresario mendocino, José Luis) Manzano; (el ex intendente de la Ciudad de Buenos Aires, Carlos) Grosso; (el ex Ministro del Interior durante el gobierno de Fernando De la Rúa, Federico) Storani; (el dirigente radical, Leopoldo) Moreau-, de todos los presidenciables de ese momento que después no llegaron”.

Respecto a la figura de Nosiglia, consideró que “se dedicó más a hacer negocios para la política, que hacer política para la gente” y detalló que “el mito de que Coti proviene de una familia rica como justificación de su nivel de vida” quedó descartada al realizar la investigación en su Misiones natal. Allí, “su familia es de clase media, su padre era médico en una localidad muy chiquita de Puerto Rico y no tiene la cantidad de dinero que justifique el nivel de vida que lleva”.

El periodista, también destacó que “fuera de su cargo como Ministro del Interior, nunca tuvo un trabajo real” y que “pese a que se dice empresario, está anotado en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) como asesor en investigaciones”. Asimismo, afirmó que “es muy difícil saber su patrimonio real” -que estimó no menor a los 20 millones de dólares- ya que según el informe de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) “no tiene casi nada a su nombre: sólo un departamento muy caro, una quinta a su nombre en Villa Rosa, vecina a la de los De la Rúa, y un hotel cuatro estrellas ubicado en la zona céntrica más cara de Buenos Aires valuado en aproximadamente 10 millones de dólares, pero en el directorio del mismo figura el portero de su edificio”.

En cuanto al dinero que poseería en el exterior, el periodista sostuvo: “Durante la realización del libro habíamos encontrado una cuenta pero no pudimos comprobar que fuera de él”, al tiempo que sostuvo que “es muy difícil vincularlo directamente con los diversos negocios que, se sabe que posee, relacionados con la salud”, ya que “tiene una ingeniería financiera muy inteligente”. Álvarez Guerrero contó que Nosiglia “participó en la zona de la Mesopotamia en una empresa de construcción de viviendas, vinculada al ex Presidente de Paraguay, Juan Carlos Wasmosy, aunque la información nunca pudo confirmarse”.

En tanto, respecto a la incidencia de Coti en torno al voto de Del Real contrario al juicio político que se seguía al entonces gobernador Montiel, en abril de 1992, indicó que “Nosiglia fue clave para ello, porque viajó especialmente a Paraná y arregló el voto que faltaba”.