Versiones cruzadas: reafirmaron la internación de los hijos de una detenida en el IPP pero Torrealday dijo conocer el hecho recientemente

Por Betiana Spadillero Gaioli,
de ANALISIS DIGITAL

La audiencia de este jueves comenzó con peticiones técnicas por parte de las defensas de los represores, así como la solicitud de la querella para incorporar nuevos deponentes que aportarían datos a la causa. Según está previsto, la etapa de testimoniales se extenderá hasta el 16 de septiembre, y se espera la declaración de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y el periodista Miguel Bonasso.

Por delitos de lesa humanidad están imputados Juan Antonio Zaccaría, y los ex integrantes del Destacamento de Inteligencia 121 de Rosario, Pascual Guerrieri, Juan Amelong, Jorge Fariña, Héctor González y Walter Pagano –quien sigue el debate en una sala continua.

Los militares retirados son representados por el defensor Oficial Mario Franchi, y el anestesista por el abogado Humberto Franchi. En tanto, por el Ministerio Público Fiscal están José Ignacio Candioti y Marina Herbel.

Confirmaron la atención de pacientes NN en el Hospital Militar

La primera testigo ingresó al Hospital Militar en el ‘60, cumpliendo funciones en Hemoterapia y Laboratorio. En esa línea, mencionó algunos de los profesionales militares y civiles con los cuales se desempeñó. “Mi trabajo era clasificar a los oficiales por grupo sanguíneo, eso era una vez al año. El resto del tiempo hacía extracciones a militares y sus familiares, y transfusiones. También intervenía en Maternidad cuando se hacían cesáreas”, especificó.

Interrogada por el abogado querellante Álvaro Piérola sobre la presencia de detenidos políticos en el nosocomio castrense, comentó: “Creo que en el hospital no hubo detenidos, sé de oídas que en las unidades de alrededor había, como el Batallón de Ingenieros, el Batallón de Comunicaciones. No conocía las causas por las que estaban ahí”.

“Más de una vez se llevaban muestras de sangre al laboratorio para analizar que figuraban como NN, pero nosotros sabíamos que venían de esos lugares. No teníamos nombre, ni condición ni sexo del paciente. En el laboratorio no tuvimos contacto con ninguna de esas personas”, agregó ante el Tribunal Oral Federal. Enseguida, precisó: “El día a día se verificaba en la panilla y se le asignaba un número, con los NN era exactamente igual”.

Respecto a quién realizaba esas extracciones, apuntó: “No puedo decir con certeza, pero sé que llamaban de la Dirección para que vaya alguien, pero no sé qué persona precisa lo hacía”. En cuanto a algún otro hecho que le haya llamado la atención, comentó que por esa época tuvo oportunidad de atender a una persona NN que era intervenida quirúrgicamente.

“Era una urgencia y me llamaron de cirugía, se veía que estaba bastante herido. Tenía que recibir una transfusión. Recuerdo que quise clasificar el grupo sanguíneo y el médico de cirugía me dijo ‘no hay necesidad de eso, si dentro de un rato se va a morir’, a lo cual le respondí ‘es mi trabajo’”, continuó relatando, y detalló que el profesional con el que mantuvo ese diálogo era Zaccaría.

“Es el único hecho en el que actué con una persona NN. Murió estando yo ahí”, contó muy conmovida. “Esa situación me provocó tanta angustia, que pensé ‘qué vida desperdiciada’. Salí del quirófano, pasé por la Sala I y tenía tanta angustia que tomé el teléfono de la sala, aunque no se podían hacer llamadas desde ahí, disqué el número de una amiga, cuando ella me contesta, yo no podía hablar. Después nunca más lo conté ni le dije a nadie, ni siquiera con mi familia lo hablé, hasta que hice la declaración acá”, confió.

Según indicó, esta intervención tuvo lugar de mañana, aunque no pudo precisar la fecha. Luego recordó que “por comentarios” supo que ese paciente “llegó en el baúl de un auto, atado y que había resultado herido en un enfrentamiento”. Sin embargo, no supo qué pasó con el cuerpo, si se lo entregaron a los familiares o qué hicieron con el mismo.

En tanto, respecto al nacimiento de los mellizos, remarcó que no iba a esos servicios pero que se enteró después “de oídas que habían nacido mellizos de una NN que habían traído de Rosario y que los habían llevado a Terapia porque el varón estaba con problemas”.

“Creería que el parto se produjo en la Maternidad del hospital, porque para eso la trajeron a la señora. Sé que como no había los elementos los llevaron al Instituto de Pediatría”, acotó.

Consultada por el Ministerio Público Fiscal, aclaró que no tomó conocimiento sobre en qué circunstancias la trasladaron a Raquel Negro. Tampoco analizó muestras de sangre de la detenida-desaparecida.

Suárez negó irregularidades en el nosocomio

Con una lista de sus ex compañeros de trabajo en mano, Suárez declaró sobre sus funciones en el Laboratorio del nosocomio, donde habría operado una maternidad clandestina durante la última dictadura militar.

“Todo lo que nosotros sacábamos venía con nombre y apellido. Y todo quedaba grabado en una planilla con todos los datos”, asentó el deponente, quien negó haber sabido sobre personas detenidas: “Estábamos todo el día adentro del laboratorio”, deslizó. Asimismo, dijo que extrajo sangre de “muchísimas” embarazadas, “pero con nombre y apellido”.

“No recuerdo sobre las cosas que me interrogan, pero estoy tan amargado de lo que estoy escuchando, porque uno se manejó en forma correcta en la vida. Como persona de bien, me siento señalado por cosas que uno no cometió”, expresó, interpelado por la abogada querellante Florencia Amore.

Tampoco sabía qué pasaba en el Batallón de Comunicaciones, aunque una testigo señaló que era el único autorizado para realizar extracciones de sangre en ese lugar.

Párrafo aparte, comentó que está al tanto del caso por los medios de comunicación, y aprovechó para llamar la atención sobre la declaración de una enfermera que dijo que Negro había estado internada en la guardia médica. El testigo entendió que “era posible” que la mujer haya estado ahí.

“Iban a ver el bebé”, confió una enfermera

Luego de un breve cuarto intermedio, una enfermera que trabajaba en Neonatología del Instituto de Pediatría recordó sobre el ingreso en el ’78 ó ’79 de un bebé que, “por comentarios, era el hijo de una extremista”.

De acuerdo al relato de la testigo, la primera vez que tomó contacto el menor ya estaba internado, por lo que no supo cómo se produjo su llegada, aunque sabía que había sido derivado del Hospital Militar. Tampoco se enteró de que haya ingresado con una hermana melliza.

La deponente manifestó que el bebé “estuvo en incubadora y luego pasó a una cuna común, porque su estado de salud era normal”. Además, detalló que tras el alta “fue dado en adopción”. En ese orden, le recordaron que en su declaración de la etapa instructoria mencionó que una pareja se había llevado al menor, aunque no dio mayores detalles al respecto. “Escuché sólo ese comentario, se vistió al bebé y se pasó a la parte administrativa. Generalmente cuando se daba el alta estaba la familia, pero en este caso no”, narró.

Ante la pregunta de la querella, indicó que “la esposa del doctor (David) Vainstub con su familia lo fue a ver, iban a ver el bebé de la extremista”. En cuanto a la identificación, no logró precisar qué decía la del bebé en cuestión.

Torrealday se desvinculó del arribo y atención de los mellizos

“En esa oportunidad era uno de los socios del Instituto y me desempañaba como médico”, contó Torrealday, quien insistió en su declaración en sus intenciones de aportar al esclarecimiento de los hechos, pero no brindó datos más que aquellos que figuraban en el libro de ingreso.

“No había un médico encargado, era un servicio abierto. Cada uno traía sus pacientes. Teníamos una guardia que trabajaba con los consultorios externos”, indicó. De inmediato, remarcó: “Ahora tuve la oportunidad de advertir que había un ingreso que figuraba como NN López y había sido derivado del Hospital Militar”. No obstante, reafirmó que la registración “era una formalidad en el orden administrativo independiente de la parte médica”.

Frente a la pregunta de la Fiscalía sobre el ingreso de mellizos en el ’78, manifestó: “Nosotros atendíamos a los pacientes según el médico de cabecera y este paciente debió haber ingresado con una orden de derivación, para que lo atienda fulano de tal”.

“Yo no estaba en conocimiento de esto, para mí fue una sorpresa y quiero saber quién fue el médico que atendió a estos pacientes, porque es el que nos puede dar los datos que nos faltan para encontrar al mellizo varón y hacer memoria”, aseguró, visiblemente nervioso. Y comentó que se reunió con Carlotto, ocasión en la que además hicieron hincapié en otra registración irregular.

Al respecto, estimó que “por las fechas” los hijos de Negro y Edgar Tulio Valenzuela debieron ser atendidos por profesionales diferentes. “Para nosotros es un problema de confianza y así como se plantea esta situación, no quisiéramos que se repita”, ratificó, ante lo cual recibió la advertencia del Tribunal: “Usted omite información, no puede decirnos que quiere llegar a la verdad cuando usted es el responsable de saber qué pasaba en el Instituto”.

En ese marco, interrogado si no le resultaba extraño que las enfermeras hayan sabido de la permanencia de los mellizos y los propietarios del centro de salud no se hayan enterado, respondió: “Yo no recibí ningún comentario. No quiero ser parte de la corporación médica. Estoy comprometido con esto”.

En cuanto a la adopción, subrayó que era “todo un proceso”, de modo que desestimó que el menor haya sido entregado a una pareja adoptante en las instalaciones del Instituto: “Era el servicio social el que hacía el trámite”, aseveró. Mientras que en relación a la posibilidad de que alguno de ellos haya muerto, refirió que esos datos están en la historia clínica.

El resto de la declaración giró en torno a los esfuerzos de Torrealday de endilgar cualquier responsabilidad al médico que atendió a los mellizos, persona que sostuvo desconocer. Incluso tampoco pudo explicar las diferencias de montos entre las facturaciones por la atención de Soledad López y de NN López.

Por último, nombró algunos profesionales que se desempeñaban en el centro de salud y comentó que algunas veces estuvo en las instalaciones Alfredo Berduc. En base a la afirmación del médico del Hospital Militar de que el mellizo varón tenía una cardiopatía congénita, manifestó que confía en el criterio del profesional pero no sabe nada al respecto.

Más testimoniales

Otra de las enfermeras de Neonatología del Instituto de Pediatría aseguró que “nunca” vio “niños sin identificación”, y afirmó que no “tenía acceso” sobre la información relativa al origen de los pacientes ni sobre la “parte administrativa”.

“Nosotras no recibimos hijos de guerrilleros, nuestra función era tratarlos a todos por igual, sin importar de dónde venían”, asentó la deponente, que además trabajó en el Hospital Militar. “En esa época, como éramos pocas, hacíamos diferentes tareas”, agregó, aunque no dio mayores datos.

Finalmente, una profesional que realizaba labores en el IPP refirió a las guardias de los médicos y sostuvo que en el ’78 los responsables eran los propietarios del centro de salud, es decir, Torrealday, Vainstub, Ángel Schroeder y Jorge Eduardo Rossi. “Si tenían alguna patología sí se citaba a otros médicos”, diferenció.

“A nosotros nos traían el bebé con los datos y los trasferíamos”, apuntó luego en lo atinente a la registración, además manifestó que vio una incubadora con la etiqueta de NN y que se trataba de mellizos. “La nena era más gordita y el nene más chiquito”, puntualizó, al tiempo que destacó que al parecer estaban bien de salud.

La causa

La causa tuvo su inicio en la denuncia realizada el 18 de mayo de 2005 por el entonces coordinador del Registro Único de la Verdad, Guillermo Germano. En la presentación hizo referencia a dos clases de hechos: la internación de mujeres en estado de gravidez en el Hospital Militar de Paraná, quienes se hallaban privadas ilegítimamente de su libertad; y el asesinato y entierro clandestinos de personas en el Escuadrón Comunicaciones

En ese contexto, se investiga la apropiación de los hijos de Negro, quien fue detenida ilegalmente al igual que su pareja Edgar Tulio Valenzuela y su hijo menor Sebastián Álvarez, el 2 de enero de 1978 en Mar del Plata. La mujer fue trasladada desde la Quinta de Funes en Rosario hasta el nosocomio castrense, donde dio a luz a los mellizos.

Foto: El Diario

NUESTRO NEWSLETTER

Deportes

A días del superclásico, Boca le renovó el contrato al entrerriano Jabes Saralegui

El integrante del Consejo de Fútbol, Marcelo Delgado, posó junto a Jabes Saralegui tras la firma (Foto: X @BocaJrsOficial).

Top Race

La carrera del Top Race en Paraná tendrá formato especial.

Julián Stopello

Julián Stopello se refirió a la creación de la Biblioteca Deportiva de Paraná.

Gurí Martínez

El Gurí Martínez Competición por estos días arma y Toyota Camry, aunque no se descarta que vaya por un Ford Mustang también.

Recre

Recreativo será uno de los equipos que saltará este jueves a la cancha, en la continuida de la cuarta fecha de la APB.

Tatengue

Unión fue eliminado de la Copa Argentina por un equipo de la Primera Nacional, Gimnasia de Mendoza.

Rosario Central y Deportivo Riestra empataron en el cierre de la fase de grupos

El Canalla, último campeón de la Copa de la LPF, igualó 1 a 1 con el Malevo en el Gigante de Arroyito.

Vélez le rescindió el contrato a Sebastián Sosa, en medio del escándalo por abuso sexual

El arquero uruguayo espera en libertad el juicio que lo tiene imputado como "partícipe secundario".

Básquet: con tres entrerrianas pasó otra concentración de la preselección femenina U15

Guadalupe Navarro (Paracao) formó parte del Campus en el Cenard.

Opinión

Por Hernán Rausch (*)
Por Carlos Pagni (*)
Por Ladislao Uzín Olleros (*)
Por Nahuel Maciel  
Para los problemas ambientales y sociales de Gualeguaychú, el gabinete provincial no funciona y el Municipio lo acompaña.

Para los problemas ambientales y sociales de Gualeguaychú, el gabinete provincial no funciona y el Municipio lo acompaña.

Policiales

Roncaglia respecto de la creación de la División de Investigación de Actos de Corrupción. “La Policía no va a tener autonomía de investigación de actos de corrupción. Siempre va a investigar la Justicia. Siempre va a estar en cabeza del fiscal la investigación”.

Roncaglia respecto de la creación de la División de Investigación de Actos de Corrupción. “La Policía no va a tener autonomía de investigación de actos de corrupción. Siempre va a investigar la Justicia. Siempre va a estar en cabeza del fiscal la investigación”.

Cultura

La muestra se puede visitar en el Museo Conrado Hasenauer.

La participación será de grupos de hasta 30 personas por velada

Será a partir de las 21 en el “Auditorio Scelzi”.