Prueba en el rolo mediante, Martín Ponte (Chevrolet) podría disputar la novena fecha del campeonato de Turismo Carretera en San Juan con un motor de su equipo, el Azar Motorsport, bajo la preparación de Lucas Alonso. “En pocos días más lo van a probar. En función del rendimiento que tenga decidiremos si lo usamos o no”, dijo el piloto.

Si el ensayo en el banco de rodillo es satisfactorio, Ponte podrá cumplir  con el objetivo que se habían planteado a comienzos de la temporada junto a la escudería con sede en Pilar, que no es ni más ni menos que el de utilizar un multiválvulas propio.

“Este que vamos a probar es el motor del equipo que por diferentes motivos no habíamos podido terminar de armar. Se rompió en la tercera fecha en Concepción del Uruguay y siempre faltaba algún elemento para terminar de armarlo. En ese lapso lo que hicimos fue alquilar otro motor que lo atendía (Daniel) Berra”, explicó el piloto de Chevrolet.

Efectivamente, para la tercera fecha del certamen, el Azar Motorsport contrató los servicios de Alonso para que se haga cargo de la preparación y la atención del motor. Sin embargo, el impulsor se rompió durante la segunda tanda de entrenamientos, y desde entonces debieron salir a alquilar otro multiválvulas atendido por Berra.

¿Una racha para el Guinness?

Más allá de la expectativa lógica de conocer la performance que tendrá el impulsor preparado por Alonso, el piloto oriundo de Concordia buscará cortar una mala racha que es digna del libro Récord de los Guinness. Es que de las últimas 10 fechas que disputó en el TC, sufrió la rotura de ¡10 multiválvulas! Sí, un promedio de uno por presentación.

“Debe ser medio récord, ¿no? Habría que hacer una estadística para ver si hubo algún caso parecido. Tendría que repasar, pero si cuento de Toay 2021 para atrás, no debo haber roto 10 motores desde que debuté en el 2010. Es algo muy loco lo que está pasando”, dijo el entrerriano a SoloTC. 

De todos modos, Ponte aclaró que “el sábado a la tarde en Posadas, después de romper el motor que me impidió correr la final, yo estaba desahuciado. Nos pusimos a repasar cada una de las roturas que tuvimos. Y te aclaro que en ninguna jugó la mala suerte, fueron todos con un motivo y sus por qué, no fue azaroso”, reconoció.

Ponte detalló que “una sola vez se rompió el motor por una manguera rota que no vimos. Después siempre fueron cosas del motor. Por ejemplo, en Viedma se rompió un resorte de la bomba de aceite que debe valer 500 mangos. Otra vez se cortó una válvula, que era por una partida que vino mala. Espero que ahora, si ponemos nuestro motor, empiece a cambiar la racha…”.